Opinión

José Antonio Togores

La delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, con José Antonio Togores, hasta ahora Jefe Superior de la Policía Nacional en Cataluña
La delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, con José Antonio Togores, hasta ahora Jefe Superior de la Policía Nacional en Cataluñalarazon

Por si no saben de quien hablo, lo hago de quien hasta ahora ha sido el Jefe Superior de la Policía Nacional en Cataluña; por si no saben de quien hablo lo hago sobre uno de los mejores jefes policiales que he conocido; por si no saben de quien hablo lo hago de un líder que a base de buena educación, carácter, firmeza, carencia de complejos y mano izquierda ha recolocado y representado a la Policía en nuestra tierra.

José Antonio es un perfecto caballero que ha demostrado día a día lo que para él son y significan sus hombres, es además un gran amigo y un tipo discreto que ha sabido ganarse como pocos a otros mandos uniformados y a las autoridades civiles de las que dependen los policías, sabiendo siempre reivindicar el trabajo de su gente.

No me ciega la condición de amigo, llevo demasiados años en esto como para necesitar escribir bien de alguien, pero lo hago porque es de justicia ahora que se va como jefe a Melilla. No me importan los motivos ni se los pienso preguntar y si los supiese tampoco los contaría, sea una decisión política, sea un “marrón” como se dice vulgarmente, sea que confían en él como un apagafuegos en un lugar difícil o sea una decisión propia.

José Antonio ha formado parte de un grupo de amigos que cenamos de vez en cuando, cada uno con su profesión y sus responsabilidades, cada uno hijo de su padre y de su madre, cada uno con sus propias y diferentes ideas, allí cada cual expresa libremente sus opiniones, se debate y a nadie se obliga a decir más de lo que considere conveniente. Allí también este amigo ha dejado huella con su personalidad, tan es así que no dudé en inspirarme en él como personaje, como Jefe en mi novela, “Tu Refugio en el Infierno” donde aparece con su nombre pero sin apellidos.

Me gusta hablar bien de las personas a las que admiro y con la conciencia de que lo que escribo es verdad. Aquí José Antonio Togores deja una tropa agradecida y unos amigos para siempre.