Arte
La Madriguera en la que pasan cosas
El taller de Paula Bonet monta este viernes una jornada de puertas abiertas
Ante cualquier duda, lo mejor es acudir al diccionario. Así que eso es lo que vamos a hacer para buscar la palabra «madriguera». Según lo que se nos dice en la Real Academia de la Lengua Española nos encontramos ante dos definiciones. Por un lado se nos dice que es «cueva en que habitan ciertos animales, especialmente los conejos». También se nos habla de la madriguera como un «lugar retirado y escondido donde se oculta la gente de mal vivir». Hay otra definición, pero esa no está en el diccionario de la docta casa sino que es obra y arte de la pintora Paula Bonet.
El viernes realizará, entre las 11 y las 13 horas, una sesión de puertas abiertas La Madriguera, un rincón creado por esta artista, donde se enseñan técnicas de grabado y pintura, pero que se ha convertido en los últimos meses en punto de encuentro de creatividad plástica y literaria. La propia Bonet, en declaraciones a este diario, define este lugar, situado en los bajos del número 23 del Passatge Valeri Serra, como. «un espacio dedicado a la creación. Trabajamos la plástica y la palabra. En la madriguera puedes aprender y perfeccionar técnicas de grabado (aguafuerte, aguatinta, barniz blando, azúcar, xilografía, monotipia, algrafía) y de pintura, así como iniciarte en la cerámica. También trabajamos la palabra, en La madriguera han impartido talleres autoras como Marta Sanz, Paula Cifuentes, Nuria Labari, Lara Moreno o Luna Miguel», explica la autora de «La ánguila».
¿Qué pasará el viernes? Bonet cuenta que el proyecto «lleva cuatro años y medio en activo, pero hace exactamente un año tuvimos que cambiar su ubicación debido a un caso de acoso que llevaba alargándose más de un año. El cambio tenía como objetivo ocultarnos de la persona que imponía su presencia llegando a condicionar cualquiera de mis movimientos por la ciudad y, sobre todo, el funcionamiento del taller». Quienes pasen por este lugar encontrarán una celebración porque «hemos entendido que la respuesta a esta agresión no es ocultarnos y permitir que se sigan ejerciendo violencias sobre nosotras, sino denunciar públicamente el caso e intentar vivir con la mayor libertad posible». Eso es lo que ha hecho que, a la manera de declaración de principios, en la persiana del taller se reproduzca el grabado de Roser Bru «Las niñas cambian». «Queremos reivindicar nuestro derecho a estar en el espacio público y a poder desarrollar con normalidad nuestras actividades. Hemos tardado un año en empezar a formar parte del barrio, en relacionarnos con nuestros vecinos y vecinas, en no sentir que estamos viviendo y trabajando a espaldas del mundo».
Quien acuda el viernes podrá llevarse impresión y estampa de «varias máximas que tienen que ver con la manera en que entendemos nuestro trabajo y nuestro lugar en el mundo: “Tu silencio no te protegerá” (Audre Lorde), “I have been to hell and back, and let me tell you It was wonderful” (Louise Bourgeois), “La soledad no se encuentra, se hace” (Marguerite Duras) y “There is no beauty if it doesn’t show some of the terribleness of life” (Marlene Dumas)».
Un referente llamado Roser Bru
La Madriguera debe mucho a Roser Bru, uno de los grandes nombres del exilio español en Chile y desaparecida recientemente. A ella y al Taller 99, al Taller 99, sobre todo al artista y grabador Rafael Munita, Paula Bonet confiesa que debe «gran parte de la manera que tengo de relacionarme con mi trabajo. Tuve la suerte de llegar al Taller 99 en un momento vital complejo, con apenas veintiún años, y allí, en un espacio donde lo colectivo primaba sobre lo individual entendí hacia qué lugar quería proyectar mi obra».
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