Salud

Identifican un biomarcador para diagnosticar el cáncer de páncreas de forma temprana

Se trata de una proteína presente en las células tumorales que permitiría, mediante un análisis de sangre, detectar la enfermedad en estadios iniciales, lo que mejoraría de forma significativa el pronóstico de los pacientes de un de los tumores con mayor mortalidad

El equipo investigador que ha desarrollado el estudio mediante el cual se ha podido identificar este nuevo biomarcador
El equipo investigador que ha desarrollado el estudio mediante el cual se ha podido identificar este nuevo biomarcadorIMIM

El cáncer de páncreas, concretamente el adenocarcinoma ductal pancreático, es la tercer causa de muerte por cáncer en los países desarrollados. El principal motivo es que éste se suele diagnosticar en un estadio avanzado, porque en la fase inicial la enfermedad apenas presenta sintomatología y cuando lo hace ésta puede confundirse con la de otras enfermedades como la pancreatitis crónica y además es una enfermedad para la que a día de hoy no existen marcadores diagnósticos.

Así de los cerca de 8.700 nuevos diagnósticos anuales en España, solo en el 20% de los casos se puede intervenir a tiempo, y cuando esto no es posible, aumentan las posibilidades de que se produzca metástasis y en los tumores más avanzados se evidencia resistencia al tratamiento. De manera que el poder operar cambia sustancialmente el pronóstico de los pacientes, que de otra manera tienen una media de seis meses de esperanza de vida.

En este contexto, sin ningún biomarcador adecuado para el diagnóstico precoz del cáncer de páncreas, se usa una proteína, la CA19-9, solo para evaluar la respuesta al tratamiento en los pacientes que presentan elevación del CA19-9 en el debut de la enfermedad, pero no es útil para el diagnóstico porque no es especifico para este tipo de tumor. Por ejemplo, en pancreatitis crónica, este marcador está muchas veces muy elevado, por lo que no permite diferenciar si un paciente tiene una pancreatitis o un cáncer de páncreas y en la práctica clínica no se usa para diagnóstico, sino más bien para seguimiento.

En este contexto, investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y del IIBB-CSIC-IDIBAPS pusieron en marcha un estudio para tratar de identificar biomarcadores que permitan hacer un diagnóstico temprano de la enfermedad y el resultado ha sido la identificación de una proteína presente en la superficie de las células, el receptor tirosina-quinasa AXL, que permitiría detectar la presencia de cáncer de páncreas en los pacientes.

En el marco de esta investigación, se tomaron muestras de sangre de 59 pacientes del Hospital del Mar, las cuales se analizaron, y se validaron los resultados con un segundo grupo de 142 pacientes del Hospital Clínic. Finalmente, se completó el estudio con una tercera cohorte de cáncer de páncreas familiar, diversos modelos animales en ratones y análisis en células humanas tumorales in vitro.

“En el estudio hemos visto que en sangre de pacientes aparece elevada esta proteína, la cual está relacionada con la progresión de la enfermedad, y eso no sucede ni en población sana ni en personas con pancreatitis crónica, una patología que dificulta el diagnóstico del cáncer de páncreas a nivel clínico porque tienen sintomatología parecida y son enfermedades que cuesta diferenciar una de la otra”, explica la doctora Pilar Navarro, coordinadora del Grupo de investigación de Nuevas dianas moleculares del cáncer del IMIM y co-investigadora principal del estudio, quien al respecto pone de relieve que “este biomarcador es muy importante porque, por un lado, es especifico del cáncer de páncreas y, por el otro, permite diagnosticar desde el inicio de la enfermedad. “El impacto en clínica es muy alto, porque podríamos llegar a tiempo a pacientes que actualmente son diagnosticados en una fase avanzada”, destaca Navarro.

Sin embargo, como apunta la doctora, existe una limitación, y es que “se demostró la presencia del marcador en sangre en el 80% de los casos, pero hay un pequeño grupo que no tendría este marcador, es decir que serían falsos negativos”, pero como ella misma apunta, “en el estudio también se ha visto que, combinando este biomarcador con la CA19-9, que también se usa en clínica pero que no es muy útil porque no es específico, este grupo también se recupera, de manera que combinando ambos prácticamente conseguimos un 100% tanto de selectividad como de sensibilidad, así que no perderíamos ese grupo del 20% que son negativos para nuestro biomarcador”.

“Al tratarse de dos biomarcadores que se detectan en sangre a través de una prueba sencilla y poco costosa, sería interesante que, a nivel de sanidad pública, se incluyera este marcador en los estudios clínicos de las personas mayores de 65 años, que es cuando se incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas, así como también se podría implementar en grupos de riesgo, como personas que tengan antecedentes familiares de cáncer de páncreas o que sufran pancreatitis o diabetes, que son todos ellos factores de riesgo importantes, de manera que se podría añadir este marcador al seguimiento de sus patologías ya que permitiría diagnosticar de forma muy temprana el cáncer de páncreas”, cometa la doctora Navarro.

Además, cabe recordar que en cáncer de páncreas son muy frecuentes las recurrencias, por lo que este biomarcador podría ser muy útil también a la hora de detectar posibles recaídas, pero para ello, para poder implementar este biomarcador en clínica, “se necesita afinar exactamente el valor que se tendría que utilizar y para eso sí que hay que escalar a una cohorte de unos mil pacientes para tener un valor preciso que nos permita decir que supone un riesgo muy alto de que tenga cáncer”, aclara la investigadora