Almuerzo barato
Un “sinpa” masivo de 30 menús a 35 euros cada uno
Una treintena de personas se marchan sin pagar de un restaurante de l’Ametlla del Vallés pero los camareros consiguen retener a seis de ellos
El “sinpa” (viene de “sin pagar”) es un “arte” o una “actitud” más utilizada de lo que parece, y que en general provoca incluso simpatías menos a los restaurantes y bares que lo sufren. Y no son pocas las ocasiones en las que sucede. Sin embargo, esta vez ha sido más masivo y escandaloso. Un total de 30 personas se presentaron en el restaurante Masia Can Sous de L’Ametlla del Vallès (Granollers) a celebrar un cumpleaños, pero se marcharon sin pagar.
El grupo, muy joven en su gran mayoría, estaba celebrando un aniversario de uno de ellos en la terraza del establecimiento. Los comensales pidieron a los camareros que les invitaran a un chupito, ya que su cuenta ascendía a más de 1.000 euros. Cuando los empleados del restaurante se disponían a servir las bebidas de obsequio, el grupo en pleno aprovechó para coger los coches y marcharse a toda velocidad. Los trabajadores del establecimiento pudieron retener a 6 personas, pero el resto se fue corriendo. Tras llamar a los Mossos d’Esquadra, estos seis jóvenes decidieron pagar toda la cuenta viendo el problema legal que podrían tener por delante. Del resto, se supo nada más.
Otro “sinpa” sonado fue el que ocurrió en el restaurante Capicua de Cerdanyola del Vallès, y ocurrió en junio de 2020. Isaac Gómez y Aina Gabriel, los gerentes del establecimiento, recibieron una sorpresa el primer día que abrieron su negocio tras la pandemia dura del principio. Unos clientes decidieron hacerles un “sinpa”. El asunto ocurrió, evidentemente, en la terraza, tras recibir por fin el permiso municipal para instalarlas.
La comanda estaba compuesta por un entrecot, un bistec y cuatro refrescos y sumaba un total de 45,20 euros. La habían hecho unos chicos jóvenes que aprovecharon un momento en el que el camarero entró en local y la poca visibilidad que ofrecía la noche para irse sin ser vistos. “Lo que nos molestó no fue perder ese dinero, cualquiera que tenga un negocio sabe que se trata de una cifra asumible, sino la falta de respeto hacia nuestro trabajo”, explicó Isaac Gómez a Comer, quien compartió la experiencia en sus redes sociales.
Al día siguiente cuando estaban recogiendo una de las mesas que habían atendido esa noche encontraron un obsequio inesperado. Escondido en una de las sillas había un sobre con la cantidad de dinero que habían perdido el día anterior y con un mensaje que decía: “Esto lo remontaremos entre todos. Os merecéis lo mejor. ¡Muchos ánimos!”. El sobre era anónimo, pero las personas que ocuparon esa mesa habían llamado para hacer la reserva, así que Isaac y Aina pudieron darles las gracias por el gesto
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