EDucación

El 5 % de los colegios catalanes tiene un más de un 50 % de alumnos inmigrantes

Un informe del Síndic de Greuges señala que la segregación escolar desciende un 10 %

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, durante una rueda de prensa EFE/Toni Albir
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, durante una rueda de prensa EFE/Toni AlbirToni AlbirAgencia EFE

Los niveles de segregación escolar en Cataluña se han reducido un 10% desde la firma del Pacto contra la segregación escolar, en 2019, hasta este curso, según el primer informe de balance del Síndic de Greuges sobre la implementación de dicho acuerdo.

En una rueda de prensa este jueves, el Síndic, Rafael Ribó, acompañado de su adjunta para la infancia, Maria Jesús Larios, ha celebrado que haber firmado el Pacto y empezar a desplegarlo “ya ha dado resultados” y ha calificado de notable el descenso en la segregación.

Así, en el curso 2018-2019 el porcentaje de alumnos extranjeros que sería necesario cambiar de centro hipotéticamente para lograr una distribución homogénea era de 44% en primaria y del 35% en secundaria, pero este curso es del 39% en primaria y del 32% en secundaria.

Pese a aumentar la proporción de alumnado extranjero en el sistema, el número de centros con más del 50% de concentración de inmigrantes se mantiene ligeramente por encima del 5% y el 60% de los municipios de más de 10.000 habitantes han mejorado la equidad en la distribución del alumnado extranjero entre sus escuelas de primaria.

Los diez municipios mayores de ese tamaño con más segregación escolar del alumnado extranjero en primaria fueron, el pasado curso, Molins de Rei, Ripollet, Montornès del Vallès, Badalona, Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Tarragona, Les Franqueses del Vallès, Terrassa, Esplugues de Llobregat (Barcelona) y Lleida.

Además, una cuarta parte de los municipios catalanes no tiene sistemas para detectar al alumnado vulnerable antes del proceso de admisión, sino que lo hace después.

El informe apunta que las medidas del pacto se desarrollan de forma más lenta de lo previsto inicialmente: de las treinta actuaciones previstas, cuatro se han cumplido (como la aprobación del decreto de admisiones o el informe sobre el coste de la plaza) y “los principales esfuerzos se han dirigido a generar las condiciones adecuadas para el despliegue efectivo del Pacto”.

A partir de aquí se entra en la fase decisiva --textualmente-- para lograr una reducción de la segregación, pero “existe el riesgo de no consolidar cambios estructurales” en los procedimientos de escolarización.

En este sentido, el informe concluye que los instrumentos desarrollados del decreto de admisiones hasta ahora “son los que no comportan un cambio sustancial” en los procesos de admisión de alumnado.

El texto apunta que hay “mucho margen de mejora” en medidas como la detección de alumnado, que pese a haber crecido en más de un 50%, pasando del 6,4% el curso 2018-2019 al 8,1% este curso en primaria, y del 5,6% al 7,7% en la ESO, debería llegar al 20 o 25%.

También se apunta que la matrícula viva (alumnos inscritos durante el curso, que suelen ser vulnerables al ser un fenómeno ligado a la inmigración) es más prevalente en los centros de elevada complejidad: el 36,5% de la matrícula viva se inscribe en escuelas de ese tipo, y el 27,9% en institutos de elevada complejidad.

Por último, pese a que el Pacto prevé reducir la sobreoferta de plazas porque contribuye a la segregación, debido al descenso demográfico se está incrementando sobre todo en la concertada, al punto que en 2018 se cubrió el 89% de plazas de P3 y este curso el 82,8%.

El informe también sugiere condicionar la concesión de la ayuda a los centros que escolaricen alumnos vulnerables a la “asignación efectiva” de dichos niños en las plazas reservadas.

Por otra parte, recientemente la conselleria de Educación envió requerimiento a las escuelas que hasta ahora separaban por sexo y piden la renovación del concierto educativo para que “demuestren” que se produce ese cambio de cara al próximo curso, explicó el conseller Josep Gonzàlez-Cambray.