Colau mantiene un “mercado fantasma” en el centro de Barcelona

En pleno centro de Barcelona, justo en medio del barrio de Gràcia sobresale la gran estructura del antiguo mercado de la Acaberia, emblema histórico y comercial de la ciudad. Un esqueleto de hierro que aguarda -ya sin amianto en su cubierta, repleta hasta el año pasado- la construcción de la nueva obra dependiente del Ayuntamiento. Lo curioso del caso es que el enorme solar donde se encuentra está vallado y con suciedad acumulada en una suerte de “mercado fantasma” cerrado y blindado de más de 14.000 metros cuadrados.

“Menos ratas y más plantas”, claman en varias de las pancartas que se pueden leer estos días en la verja que cubre y aísla el mercado. De hecho, dentro del solar es habitual que haya escombros acumulados, con botellas tiradas, incluso algunas prendas de ropa rotas y dejadas, cristales y vegetación que crece sin cuidado ni limpieza.

La situación ya había llevado a los vecinos a organizarse a través de una plataforma, a organizar varias actividades y protestas e incluso a registrar una petición en Change.org en la que piden que el proyecto incluya una zona verde anexa y no una plaza de asfalto.

“Desde la Plataforma d’Afectats de l’Abaceria estamos luchando para evitar que en el espacio donde se hará el nuevo mercado se incluya una nueva plaza dura. Entendemos que en la Villa de Gracia hay muchas plazas duras y pocas zonas verdes o jardines”, señalan tras semanas de movilizaciones.

Suciedad en aumento

El problema se agrava ahora teniendo en cuenta la suciedad en aumento que se acumula, la vida de uno de los barrios más emblemáticos y poblados de la ciudad y el retraso que ya suma la remodelación del recinto. De hecho, según adelantó betevé hace dos semanas, el inicio de las obras se pospondrá hasta finales de año cuando tendrían que empezar ya mismo, aprovechando las vacaciones. Es más, aún no están ni licitadas una vez aprobado el proyecto.

Los comerciantes del mercado abandonaron el recinto antiguo y se trasladaron a uno provisional ubicado en el paseo de Sant Joan en verano 2018, hace ya cuatro años. En diciembre del año pasado, cuando el Consistorio presentó el proyecto definitivo, reconoció también que la estructura metálica se tendría que renovar entera al estar en tan mal estado que no aguantaría la cubierta ni las paredes del nuevo edificio.

También está previsto que el proyecto incorpore una tercera planta subterránea, de unos 3.500 metros cuadrados, en la que se habilitarán almacenes para entidades y asociaciones de la Vila de Gràcia.