Curso político
El caso Borràs atenaza al independentismo y Junts ya amenaza al Govern
“Así no podemos seguir”. Los posconvergentes se dan de plazo hasta el debate de política general para debatir la continuidad en el Ejecutivo, y ERC se rearma con Junqueras-Rovira
El curso político ha arrancado con fuerza en Cataluña ante un otoño que se prevé de nuevo agitado por el independentismo. Sin apenas tregua, las vacaciones han transcurrido entre polémica y polémica, con la ex presidenta del Parlament, Laura Borràs, en el punto de mira por su suspensión y la imagen que dejó en el homenaje a las víctimas de los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils. Ni en su partido ni en el seno del movimiento gustaron que jaleara a los manifestantes radicales que sabotearon el acto en la Rambla, un gesto que tensionó aún más las costuras del independentismo.
Zanjado el episodio sin autocrítica, el culebrón de la presidencia del Parlament sigue siendo el auténtico rompecabezas por resolver este septiembre: la oposición en bloque reclama una solución drástica, ERC sigue presionando y Junts se atrinchera y blinda a su lideresa mientras avisa a los republicanos con la continuidad del Govern: «Así no podemos seguir».
De hecho, el primer día político del curso 2022-23 ha dado para una nueva disputa pública entre socios independentistas. Los posconvergentes reunieron a su ejecutiva en la localidad costera de Pals y debatieron sobre la auditoría que han elaborado para cuantificar el grado de cumplimiento del pacto de Govern. El resultado fue un aprobado en términos de gestión, un suspenso en el «procés» y un serio aviso a ERC: «Así no podemos seguir», resumió el secretario general del partido, Jordi Turull, en rueda de prensa.
Un toque de atención para empezar y que complica el horizonte que se avecina: los posconvergentes ganan algo de tiempo y se dan de margen hasta el debate de política general del Parlament –fijado para finales de septiembre, justo antes del quinto aniversario del 1-O– para debatir sobre su continuidad dentro del Ejecutivo de la Generalitat.
Mientras tanto, su intención es presionar a Esquerra en público y repetir u estrategia a favor de un nuevo envite contra el Estado. «La conclusión que sacamos es que así no podemos seguir. Firmamos un acuerdo de Govern para que nos acercase a la independencia de Cataluña. La aplicación que se está haciendo del acuerdo, lo que está haciendo es que nos aleja más que nos acerca», aseguró Turull junto a Borràs en la citada comparecencia ante los medios.
La ponencia política de Junts, aprobada en el congreso de la formación del pasado mes de julio, contempla una consulta a las bases para decidir o no la continuidad en el Govern, que estará supeditada a la auditoría que se ha hecho pública. Y a pesar de que el partido ha concluido que el pacto con ERC «aleja» la independencia, la formación no tomará ninguna decisión de manera inmediata, sino que decidirá después del debate de política general, en el que presentarán a Aragonès propuestas para «culminar», la independencia, según sus palabras.
Sobre Borràs y su suspensión al estar pendiente de juicio por corrupción, Junts descarta por ahora que dé un paso al lado y dimita para poder escoger así una nueva presidencia de la cámara como le reclama el partido de Aragonès y el resto de formaciones políticas, con el PSC y el PP a la cabeza y pronunciándose ayer en este sentido. De hecho, toda la oposición en bloque señala a los republicanos para que tomen cartas en el asunto y fuercen a los posconvergentes a relevar a Borràs y acabar con la situación de interinidad en la que ha entrado el Parlament.
Y ERC se limita a seguir con la presión y a confirmar que no comparte la petición de reconsideración presentada por Junts en el Parlament –paso previo del equipo jurídico de Borràs para acudir al Constitucional y a instancias europeas-, por lo que los republicanos no darán apoyo este jueves a la solicitud en la reunión de la Mesa. «Estamos de acuerdo con la decisión tomada», insistió la portavoz del partido, Marta Vilalta, sobre la suspensión de la ya ex presidenta de la cámara. Esquerra garantiza que, mientras tanto, la vicepresidenta primera del Parlament, Alba Vergés asumirá y ejercerá todas las «funciones» como presidenta interina «con máxima responsabilidad».
Por otro lado, también se ha sabido este lunes que ERC avanzará su Congreso Nacional, previsto inicialmente para 2023, a otoño de este año, en un proceso que arrancará en noviembre con una votación para «renovar y fortalecer» la dirección republicana, donde Oriol Junqueras y Marta Rovira volverán a presentarse juntos para liderar el partido. Una vez el Consejo Nacional del partido lo apruebe formalmente el próximo 17 de septiembre, se iniciará un proceso congresual marcado por dos momentos clave: el 6 de noviembre, con la votación para renovar la cúpula del partido; y, a principios de 2023, una sesión plenaria para actualizar los documentos estratégicos.
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