Sedición

El Govern se afana en excluir a Puigdemont de la negociación con Sánchez

“No se busca nunca ninguna solución personal”, insisten desde el gabinete de Pere Aragonès sobre la “desjudicialización”

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
El presidente de la Generalitat, Pere AragonèsAndreu DalmauAgencia EFE

El Govern de Pere Aragonès se ha afanado en excluir a Carles Puigdemont de las negociaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez por la reforma del delito de sedición. “Lo que busca el Ejecutivo de Cataluña en la mesa de negociación es iniciar un proceso de desjudicialización que permita conseguir soluciones globales para todos, sin hacer diferencias”, repiten desde el Palau de la Generalitat tras la tormenta desatada por el propio ex presidente catalán, quien aireó el lunes un supuesto pacto del PSOE para su regreso.

“No se busca nunca ninguna solución personal”, ha insistido este miércoles en rueda de prensa la portavoz Patricia Plaja. El asunto no se ha tratado en la reunión del gabinete de Pere Aragonès, quien tampoco tenía constancia previa del comunicado que Puigdemont hizo público en las redes sociales.

Todo lo que respecta al caso de Puigdemont “lo decidirá el propio president Puigdemont”, subrayan desde el Ejecutivo, una máxima que Esquerra mantiene desde el inicio de la legislatura para tratar de blindar la mesa de diálogo del torpedeo y las críticas de Junts y su entorno.

A través de una carta pública, el ex president de la Generalitat aseguró que, durante estos cinco años desde su huida a Waterloo, ha recibido visitas de “varios interlocutores”, entre ellos “gente del PSOE” en diversas ocasiones, para generarle “expectativas de un buen trato, vía reforma del código penal y un indulto siempre y cuando accediera a comparecer ante el Supremo”. “Seguro que Pedro Sánchez sabe de qué hablo», advirtió sin añadir nombres ni más aportaciones.

De hecho, el dirigente no concretó en qué consistieron estos supuestos contactos ni con quién los realizó, pero aprovechó para desvelarlos justo y cuando su caso está en manos de la Justicia europea.

“No he buscado de qué manera pasaría menos años en una cárcel española ni he esperado nunca los beneficios que se aplican a otros. Sobre esta cuestión he sido explícito en público y en privado ante todos los interlocutores que se me han dirigido para proponerme soluciones felices”, añadió.

En el texto, el ahora eurodiputado de Junts también aprovechó para cargar abiertamente contra la reforma del delito de sedición, una de las piedras angulares de la agenda de desjudicialización de Esquerra en la mesa de diálogo con el Gobierno. Puigdemont dijo no entender “cuál es el beneficio de la reforma del delito de sedición para la resolución del conflicto político entre España y Cataluña”, y aseguró que aún entiende menos que se le incluya a él entre los beneficiados de la reforma. Un extremo que el Govern de Aragonès desmiente tajantemente.