Especulación inmobiliaria
Cuenta atrás para el polémico desalojo de la Casa Orsola de Barcelona
Tras tres años de lucha vecinal, el histórico edificio del Eixample se enfrenta al primer intento de desahucio a un inquilino al que la propiedad no le renovó el contrato tras 20 años viviendo en el bloque
Máxima expectación en el barrio barcelonés de la Nova Esquerra de l’Eixample por el inminente desalojo de la Casa Orsola de mañana. El histórico edificio modernista barcelonés, situado en el cruce entre las calles de Consell de Cent y Calàbria, será el punto de mira durante la jornada de este viernes debido al primer intento de desahucio a un inquilino del bloque al que le finalizó el contrato y el propietario no se lo quiso renovar.
Se trata de Josep Torrent, el primer vecino del bloque en recibir una orden de desahucio a causa de una demanda de la propiedad, Lioness Inversiones, un fondo buitre que se niega a renovar los contratos de alquiler de estos inquilinos (que pasarán de 900 euros mensuales a más de 2.000).
El contrato de Torrent finalizó en abril de 2022, después de dos décadas viviendo en la finca, y decidió quedarse –junto con otros vecinos– para forzar la negociación colectiva con los nuevos propietarios. Siguió pagando la mensualidad de 700 euros sin irse, y tras dos años de procedimientos judiciales, la Audiencia de Barcelona ha ratificado la sentencia de desahucio para mañana.
La principal sospecha de los inquilinos es que, una vez queden vacíos los pisos, la propiedad establecerá alquileres de temporada o por habitaciones, que «triplican» lo que ellos pagan. Es por ello que la Casa Orsola se ha convertido en estos últimos meses en un símbolo de lucha y de respuesta vecinal ante la especulación inmobiliaria que afecta a toda la ciudad, y que en este caso los vecinos han querido hacer público su caso.
En el momento de la compra de las fincas vivían 27 familias inquilinas, entre contratos indefinidos y alquileres de duración habitual, pero actualmente sólo quedan 18 pisos habitados. De ellos, cinco están en procedimientos judiciales en los que se solicita sus desahucios. Los inquilinos de la Casa Orsola llevan tres años de lucha vecinal, durante los que se han dirigido al Ayuntamiento de Barcelona, a la Generalitat de Cataluña y al Gobierno de España para informar del «proceso de expulsión» que sufren.
«Hace tiempo que les venimos explicando que los alquileres de temporada están sirviendo para esquivar la regulación de precios y expulsar a los vecinos del barrio. Más allá de palabras vacías, sus administraciones no han hecho nada para evitar que lleguemos a la situación de ahora», lamentó este miércoles Torrent.
Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona se ha pronunciado hoy al respecto, 24 horas antes del desalojo, para contestar a la petición del Síndic de Greuges de Barcelona, que se ha ofrecido como mediador entre ambas partes del conflicto. El síndic David Bondia ha solicitado que se «hagan todos los esfuerzos posibles» para encontrar un espacio de diálogo y llegar a un acuerdo «viable y realista».
El papel del Ayuntamiento
El comisionado de Vivienda del Ayuntamiento, Joan Ramon Riera, ha apoyado la propuesta del síndic, y apremia a la propiedad y a los inquilinos a mediar para evitar el lanzamiento. En declaraciones a los periodistas, Riera ha defendido que suspender el desalojo y sentar a todas las partes a negociar sería «una buena solución». Sin embargo, el comisionado de Vivienda no ha querido avanzar en qué términos debería desarrollarse la mediación.
El Sindicat de Llogateres, por su parte, acepta la propuesta de mediación, aunque ha recordado que cuando Ada Colau estaba al frente del consistorio también se ofreció mediación y «fue la propiedad quien cerró la puerta a esta oportunidad». La asociación ha llevado a cabo una campaña para animar a la ciudadanía a participar en la actuación para frenar el desahucio, previsto a las 9 horas de hoy.
Maratón de resistencia vecinal
La Casa Orsola y el Sindicat de Llogateres han llevado a cabo una campaña para animar a la movilización vecinal para frenar el desahucio, que ha empezado este jueves por la tarde delante del edificio. La llamada «Maratón de resistencia», que tiene el apoyo de más de 200 entidades, contará con numerosos actos reivindicativos, que se podrán ver a través de un canal de vídeo que ha organizado el sindicato.
De hecho, el plató será uno de los pisos de la Casa Orsola. La retransmisión de los actos tendrá presentadores como Mònica Terribas, Jordi Évole y Joel Díaz. Además, el sindicato invitó ayer a la ciudadanía a una acampada nocturna enfrente del edificio.