
Historia
Los cinco circuitos de carreras más antiguos del mundo. Y uno está en España
Del ladrillo al asfalto, los trazados legendarios que marcaron el automovilismo

El automovilismo ha evolucionado enormemente desde sus inicios, pero algunos circuitos de carreras han resistido el paso del tiempo, convirtiéndose en verdaderas reliquias del deporte motor. Desde los primeros compases del siglo XX, estos trazados fueron escenarios de grandes hazañas, innovaciones tecnológicas y la pasión de pilotos y aficionados. Su construcción representaba un desafío arquitectónico y de ingeniería, con peraltes extremos, rectas interminables y curvas que exigían lo mejor de cada competidor.
A pesar de los avances en seguridad y tecnología que han llevado al diseño de circuitos modernos, estos primeros templos de la velocidad siguen siendo parte del legado del automovilismo. Algunos han sido restaurados, otros han quedado en el olvido y unos pocos siguen albergando competiciones internacionales. A continuación, repasamos algunos de los circuitos más antiguos del mundo que marcaron la historia y, en algunos casos, todavía siguen en pie.
[[H3:Brooklands (Reino Unido) – 1907]]
Considerado el primer circuito permanente de la historia, Brooklands fue inaugurado en 1907 en Surrey, Inglaterra. Diseñado con un peralte extremo, este circuito fue testigo de grandes hitos del automovilismo y la aviación. Sin embargo, su actividad cesó en 1939 debido a la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, partes de su trazado aún existen y se han integrado en un museo dedicado a la historia del motor.
[[H3:Indianapolis Motor Speedway (EE.UU.) – 1909]]
El Indianapolis Motor Speedway es uno de los circuitos más emblemáticos del mundo y la sede de la legendaria Indy 500. Inaugurado en 1909, inicialmente estaba pavimentado con ladrillos, lo que le valió el apodo de "Brickyard". A lo largo de los años, ha sufrido varias renovaciones, pero sigue siendo una de las pistas más importantes del automovilismo.
[[H3:Circuit de la Sarthe (Le Mans, Francia) – 1923]]
Este circuito es famoso por albergar la mítica carrera de las 24 Horas de Le Mans. Su trazado es una combinación de carreteras públicas y secciones permanentes, lo que lo convierte en uno de los circuitos más desafiantes del mundo. Desde su inauguración en 1923, ha sido testigo de algunas de las gestas más espectaculares de la resistencia automovilística.
[[H3:Autódromo de Monza (Italia) – 1922]]
El Autódromo de Monza, inaugurado en 1922, es uno de los circuitos más icónicos de la Fórmula 1. A lo largo de su historia, ha sufrido varias modificaciones, pero su esencia se ha mantenido intacta. Su legendario trazado ovalado con peraltes, aunque en desuso, sigue siendo una parte esencial de su historia.
[[H3:Autódromo de Terramar (España) – 1923]]
Ubicado en Sant Pere de Ribes, cerca de Sitges, el Autódromo de Terramar fue inaugurado en 1923 y destaca por su peralte extremo, que en algunos tramos supera los 60 grados. A pesar de su diseño innovador, problemas financieros y organizativos limitaron su actividad, y pronto quedó en desuso. A pesar de esto, el circuito aún se conserva, y en los últimos años ha habido intentos de rehabilitarlo para eventos y actividades especiales.
[[H3:Circuito de Montlhéry (Francia) – 1924]]
Este circuito, situado cerca de París, se inauguró en 1924 y fue uno de los principales centros de pruebas y competiciones de velocidad en Europa. Aunque algunas partes del trazado han desaparecido, su sección oval sigue en pie y se usa para eventos históricos.
Estos circuitos representan los inicios del automovilismo y han dejado una huella imborrable en la historia del deporte. Algunos, como Indianapolis o Monza, siguen siendo epicentros de competiciones de primer nivel, mientras que otros, como Terramar o Brooklands, han quedado como vestigios de una época gloriosa. Su legado sigue vivo en cada competición que se disputa en los trazados modernos.
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