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Economía

Esteve prioriza Estados Unidos para ubicar una nueva planta de producción de cara a 2033

Su consejero delegado, Staffan Schüberg, ha defendido la ubicación de una planta en este país, donde actualmente no fabrica

Entrevista al consejero delegado de la farmacéutica Esteve, Staffan Schüberg Toni AlbirEFE

La farmacéutica Esteve está inmersa en un plan de crecimiento que le obligará a incrementar su capacidad de producción de cara a 2033 y, en este escenario, prioriza Estados Unidos como posible emplazamiento de una nueva fábrica.

El consejero delegado de Esteve, Staffan Schüberg, ha defendido la ubicación de una planta en este país, donde actualmente no fabrica, durante una entrevista con Efe, en la que ha repasado los planes de la compañía, que aspira a convertirse en un referente internacional en fármacos para enfermedades minoritarias.

La firma con sede en Barcelona cuenta con dos líneas de actividad (el negocio farmacéutico y la fabricación de activos para terceros -CDMO-), que en 2024 le reportaron 744 millones de euros en ventas, un 5 % más que el año anterior, de los que el 75 % procedieron del mercado internacional.

Para crecer en la fabricación de activos para terceros, Esteve está ampliando su principal factoría, la de Celrà (Barcelona), aunque esta actuación no será suficiente para responder a las necesidades de producción más allá de 2033, por lo que la compañía se verá abocada a valorar cómo ganar más capacidad.

En este contexto, Schüberg ha explicado que la opción preferente sería abrir una planta en EE.UU., aunque no ha descartado crecer en Cataluña o en otros puntos de Europa.

"Si pudiera conseguir una planta en Estados Unidos estaría muy satisfecho porque es donde nuestros clientes demandan con más fuerza capacidad de fabricación local", ha dicho, tras destacar que este mercado es "clave" para la estrategia de cualquier 'farma', ya que concentra el 50-55 % de las ventas mundiales.

La multinacional cuenta también con otras plantas en Lliçà de Vall (Barcelona) y Banyeres (Tarragona), así como emplazamientos en China y México.

"Necesitamos suficientes fábricas para poder producir para nuestros socios en el área de CDMO, y necesitamos contar con la tecnología adecuada", ha subrayado Schüberg.

Una tormenta de incertidumbre

El primer directivo de Esteve es consciente de que el contexto internacional marcado por la incertidumbre no ayuda a tomar decisiones estratégicas: "Nunca hemos vivido tiempos tan inciertos y desconocidos como los de ahora. Estamos en una tormenta de incertidumbre".

Respecto a la guerra arancelaria impulsada por la administración Trump, Schüberg se ha mostrado relativamente optimista: "Creo que estamos en una situación en la que seremos impactados, pero de forma manejable".

"Es una situación que afecta a toda la industria. Todas las compañías dependen mucho de Estados Unidos, así que los cambios allí serán significativos", ha apuntado.

En el negocio farmacéutico propio, Esteve está apostando por fármacos muy especializados, para enfermedades raras, que sirven a pocos pacientes y profesionales, una línea que absorbe gran parte de sus últimas inversiones.

En las dos líneas, el directivo anticipa que serán "muy activos en adquisiciones, fusiones, asociaciones y licencias", porque esa es la forma en que van "a seguir teniendo un papel de gran relevancia".

Al mismo tiempo, defiende que la farmacéutica ha diseñado una hoja de ruta "prudente", basada en asumir riesgos en fases avanzadas, evitando los asociados al desarrollo temprano de productos y consolidar asociaciones estratégicas.

La compañía quiere concentrarse así en gestionar riesgos comerciales como la obtención de aprobaciones regulatorias y el lanzamiento de productos.

"Esos son los tipos de riesgos que queremos asumir ahora. Más adelante, cuando tengamos más recursos y capacidad financiera, podremos hacer apuestas mayores. Pero aún no estamos en ese punto", ha concluido.