Pandemia
La investigación sobre la residencia de Palau Solità (Barcelona) en la que murieron 55 ancianos por covid-19: suciedad, omisión de socorro, fiestas, desatenciones...
El trabajo fue encargado por los familiares que estuvieron incomunicados con sus aprientes ingresados durante el confinamiento
La investigación abierta por la muerte de 55 personas por covid-19 en el centro Residencial Palau, en Palau-solità y Plegamans, durante el estallido de la pandemia relata situaciones como la omisión de socorro, fiestas, desatención de los residentes o falta de comunicación con los familiares . En el sumario del caso, que recoge la emisora local Ràdio Palau , se detallan las versiones de trabajadores del centro y de los familiares que no podían ver y en algunos casos ni siquiera hablar con sus padres o abuelos. En la investigación se analiza un total de ocho residencias del Vallès Occidental, donde el caso de la de Palau-solità y Plegamans es la más destacada, dado que, entre otros, no hizo la primera comunicación con el SEM hasta el 4 de abril,cuando ya habían muerto 9 residentes por cóvido .
Los datos recogidos denotan una falta de comunicación directa con los familiares, con impedimentos para poder hablar con las personas que residían en ellos o verlos por videollamada, pero sobre todo con una negativa tajante ante cualquier posibilidad de extracción del centro. Una falta de comunicación que también se hacía evidente con los estamentos sanitarios, sin llamadas al 061, 112 o SEM hasta el 4 de abril. Por esas fechas, ya se contaban nueve muertos en la residencia. El primer traslado a un centro hospitalario no se produjo hasta el 15 de abril, y desde entonces y hasta el 29 de ese mismo mes se realizaron una decena.
La documentación policial recoge incumplimientos de las normativas vigentes en los primeros compases de la pandemia. Según recoge TV3 , se habrían celebrado dos fiestas con la participación de medio centenar de residentes , sin distancia de seguridad ni máscara.
Esto vulnera todas las indicaciones para evitar la propagación del virus, sobre todo para impedir que accediera del exterior a una zona con personas sensibles como la gente de avanzada edad. Los Mossos d’Esquadra lo definen como una “ineficacia y una reiterada imprudencia”.
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