Aparecen los dueños de las 8.800 cervezas encontradas en una carretera de Lleida

El enigma que mantuvo en vilo a la comarca de Les Garrigues ha llegado a su fin. Los Mossos d'Esquadra han desvelado la historia detrás del camión cargado con 8.800 cervezas Corona que apareció abandonado en la autopista AP-2, un suceso que comenzó como un misterio y terminó revelando un intento de robo con sospechosos de por medio.

El hallazgo y las piezas del rompecabezas

La historia comenzó el 1 de julio, cuando la policía catalana encontró el camión sin conductor en el kilómetro 175, con la carga desordenada, lo que hizo saltar las alarmas sobre un posible saqueo. Un día después, la empresa transportista de Altea denunciaba formalmente la desaparición de la mercancía, que debía llegar a Francia. Según el conductor, se detuvo a descansar en un área de servicio en Tarragona y, al reanudar la marcha, no se percató de que su cargamento había desaparecido.

La investigación policial fue atando cabos: junto al camión original, localizaron un coche vacío y una furgoneta con tres individuos que levantaron sospechas. El análisis de sus antecedentes no hizo más que confirmarlas: al menos dos de ellos ya habían participado en robos similares. Aunque en esta ocasión solo fueron identificados, su presencia en el lugar fue clave para la investigación.

Como giro final, fue la difusión del caso en los medios de comunicación lo que alertó al propietario del camión, que descubrió gracias a las noticias que su mercancía estaba bajo custodia policial en la comisaría de Les Borges Blanques.

Una "fiesta mexicana" truncada

La noticia no tardó en llegar al cercano pueblo de Vinaixa, de apenas 500 habitantes. Con la Fiesta Mayor a la vuelta de la esquina, el hallazgo desató una ola de bromas entre los vecinos, que fantaseaban con usar las cervezas para los festejos. El propio alcalde, Josep Maria Tarragó, comentó con humor la idea de organizar una "fiesta mexicana", aunque admitió que, éticamente, la propuesta era inviable.

Un caso cerrado y 8.800 cervezas a la espera

Con la investigación concluida, el episodio cierra un capítulo peculiar que mezcla la pericia policial con el buen humor de una comunidad rural. El destino final de las 8.800 cervezas Corona, sin embargo, aún está en el aire, a la espera de lo que decidan las autoridades judiciales. Lo que empezó como un enigma en la autopista, se ha convertido en una anécdota inolvidable para Lleida.