
Movilidad
Más bici pero menos uso: Barcelona pedalea hacia el estancamiento
El 87% de los ciclistas no puede hacer todo el recorrido en carril bici y la red no convence

Barcelona sigue sin ofrecer una red ciclable plenamente funcional y segura para sus usuarios. Así lo ha revelado el 7º Barómetro de la Movilidad Ciclista, presentado por el Reial Automòbil Club de Catalunya (RACC), que alerta de la falta de continuidad en la infraestructura existente y del estancamiento en el uso de la bicicleta como medio de transporte.
Según el informe, solo un 13% de los ciclistas puede completar su recorrido íntegramente por carriles bici, mientras que el 87% restante debe circular por la calzada junto a vehículos motorizados, por aceras estrechas —donde no está permitido— o incluso bajarse de la bicicleta y caminar.
Pese a que Barcelona mantiene una red ciclable de más de 340 kilómetros, el uso de la bicicleta cayó un 6% en 2024, según datos de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM). Esta bajada ha llevado al RACC a afirmar que la infraestructura ya está «consolidada» y que, de cara al futuro, la ciudad debería priorizar la ampliación de los carriles bus.
«Si has de hacer una cosa nueva, primero carril bus y después carril bici», defendió ayer Cristian Bardají, director del Área de Mobilitat del RACC. A su juicio, «la oferta de carriles bici ha crecido más que la demanda», y considera que quienes podían acceder a la bici —por capacidad física o posibilidad de estacionamiento seguro— ya lo han hecho.
Más allá de la cantidad, el barómetro pone el foco en los problemas de continuidad: tramos interrumpidos, conexiones sin resolver, y cruces o rotondas mal diseñados que obligan a los usuarios a improvisar. El propio RACC reconoció que hay que resolver estos «puntos de dolor», aunque considera innecesaria una expansión generalizada de la red.
En este sentido, Bardají criticó algunos carriles recientes, como el de la vía Augusta, por ofrecer un desequilibrio entre el espacio asignado y su nivel de uso. También apuntó al caso de la vía Laietana, donde el carril bici de bajada compartido con autobuses ha generado inseguridad y desvío de líneas como la V15 o la V17.
El informe también recoge que el 55% de los ciclistas se siente vulnerable al circular por la ciudad, aunque la cifra ha bajado respecto a ediciones anteriores. Solo un 15% dispone de un seguro específico, y un 31% admite no conocer bien la normativa de circulación. Además, el 56% de los ciclistas de reparto no respeta los límites de velocidad, especialmente en zonas limitadas a 10 km/h, donde el incumplimiento llega al 89%. El estudio muestra que el 67% de los desplazamientos se hace con bicicletas particulares -de las que el 13% son eléctricas- y que el Bicing representa el 37% de los desplazamientos dentro de Barcelona.
Aun así, la bicicleta mantiene una percepción positiva: el 89% de los usuarios considera que su uso mejora el medio ambiente, y la experiencia general recibe una nota media de 6,2 sobre 10, mejor valorada por los ciclistas del área metropolitana que por los de la capital.
Entre las conclusiones, el barómetro propone reforzar el mantenimiento de la red existente, mejorar la seguridad en cruces, ampliar el número de aparcamientos seguros y apostar por más formación vial, especialmente para usuarios de patinetes eléctricos y ciclistas sin permiso de conducir.
Para realizar el estudio, el RACC ha realizado más de 40.000 aforos en 14 carriles bici representativos de la ciudad y sus accesos en días laborables y 800 encuestas a ciclistas, así como 3.000 controles de velocidad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar