
Sociedad
Un millón de catalanes está sometido a demasiado ruido
Las cifras mejoran pero el bienestar acústico sigue estando lejos de lo deseable en varias zonas de Cataluña

Tras la publicación de un estudio del departamento de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Generalitat, se confirma que Cataluña ha mejorado su bienestar acústico y ha disminuido la población expuesta a niveles elevados de ruido. El informe de los mapas estratégicos de ruido de las aglomeraciones urbanas confirma que el 13,7% de la población de estas grandes ciudades está expuesta a niveles superiores a los objetivos de calidad acústica durante el día (por encima de 65 decibelios), y el 22,6% durante la noche (más de 55 decibelios).
Estas cifras suponen una mejoría respecto al anterior período estudiado (2017-2022), en el que ha rebajado un 16,7% la población expuesta a niveles elevados de ruido en horario diurno y un 12% la que se encuentra por debajo de los 45 decibelios por la noche.
El estudio se basa en mapas distribuidos en 13 aglomeraciones, repartidas por Cataluña y que engloban un total de cuatro millones de personas. En estos puntos, que reúnen 25 municipios, se analiza el ruido del tráfico rodado, ferroviario, aeropuertos y zonas industriales. Con los resultados de estos informes, la Generalitat tiene más herramientas para gestionar el ruido acústico y las actuaciones que se deben hacer en cada punto. De todas formas, asegura el departamento, «a pesar de la mejora de la calidad acústica en términos globales, todavía está lejos de alcanzar el objetivo mínimo, que es garantizar el cumplimiento de los valores normativos para toda la ciudadanía».
La ley catalana de ruido
El pasado 12 de marzo, el Parlament de Cataluña aprobó, por una inusual unanimidad, modificar la ley de protección contra la contaminación acústica. La modificación de la norma, que comprende multas que pueden llegar hasta los 300.000 euros, excluyó a los patios escolares de la obligación de cumplir con los umbrales acústicos en el horario escolar (de las 7:00 horas a las 21:00 horas), y a los espacios deportivos entre las 9:00 horas y las 22:00 horas.
Este cambio se produjo por una serie de denuncias interpuestas por parte de vecinos que viven junto a pistas de colegios o de deporte, especialmente en Barcelona. Por un lado, las asociaciones vecinales denunciaban que algunas escuelas generan ruido molesto durante todas las horas del día, especialmente durante los patios, y que además algunos colegios alquilan sus instalaciones para realizar actividades privadas fuera del horario lectivo. Tras conocer la modificación legislativa, asociaciones como la Xarxa Veïnal Contra el Soroll aseguró sentirse ninguneada. Por su lado, los centros educativos defienden que los patios son espacios «esenciales de convivencia y deporte». El Ayuntamiento de Barcelona está revisando tras el cambio legal los expedientes abiertos y su adecuación a la nueva normativa.
El caso más sonado y que llevó a los grupos políticos a actuar fue el de la escuela Salesians Rocafort, en el barrio barcelonés de Sant Antoni. Las continuas quejas y denuncias de los vecinos provocaron que el Ayuntamiento de Barcelona precintase dos pistas deportivas compartidas por la escuela y un gimnasio. Este hecho provocó que la mayoría de los alumnos del colegio dejaran de realizar clases de Educación Física o que las hicieran en la calle.
Las múltiples quejas de las familias del alumnado obligaron a tramitar de urgencia una proposición de ley impulsada por Junts, ERC, PP, los comunes y la CUP y aprobada por toda la cámara.
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