El Parlament deja solo a Pere Aragonès con la sequía

Serio aviso al Govern de Pere Aragonès con un problema tan sensible como es el de la sequía. El Ejecutivo salvó ayer por los pelos la convalidación del decreto de medidas urgentes para hacer frente a la escasez de agua con la abstención de sus socios potenciales –Junts, PSC, Comunes y la CUP– y únicamente el voto a favor de ERC, el partido del presidente. Eso sí, los partidos lograron que se tramite como proyecto de ley para así poder introducir modificaciones. Una mala fotografía para los republicanos, en minoría y con una dudosa capacidad para negociar medidas que afectan a la gestión del día a día.

La jornada empezó torcida para los intereses de Pere Aragonès, criticado por el resto de formaciones por su gira latinoamericana –el presidente de Colombia, Gustavo Petro, le plantó– y por la reorganización de los Mossos d’Esquadra, aprobada el martes de espaldas a los grupos parlamentarios y a los propios sindicatos del cuerpo policial.

Luego, y en el momento de entrar a discutir sobre el paquete de medidas urgentes para hacer frente a la peor sequía del siglo, las críticas de la oposición fueron todavía más contundentes, con el PSC a la cabeza.

Tanto es así que en la presentación del plan, la consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, se abrió a modificar el decreto una vez se celebre la cumbre sobre la sequía el próximo 31 de marzo, un movimiento que posibilitó «in extremis» la abstención de PSC y Junts.

«Si en el marco de la cumbre tenemos que modificar el decreto, modificaremos el decreto para que todo el mundo se sienta cómodo. La vocación del decreto no era sancionar a ningún municipio», aseguró la consejera para conseguir convalidar el texto.

En el debate parlamentario, tanto PSC como Junts coincidieron en criticar la falta de consenso con la que el Govern ha llevado este paquete de medidas al Parlament. «El decreto debería ser el resultado de esta cumbre, y no al revés», avisó la diputada socialista Sílvia Paneque.

Otra de las novedades que el Govern ha tratado de cerrar en las últimas horas es precisamente la fecha de la mencionada cumbre con los partidos, programada para el viernes que viene y publicitada por la Generalitat para tratar de lograr los apoyos de PSC, Junts y los Comunes.

El decreto ley, que el Govern aprobó el 28 de febrero, incorpora «medidas extraordinarias y urgentes» para garantizar el abastecimiento del agua, incrementa la penalización en caso de incumplimiento de las normas de aprovechamiento y prevé multas para los ayuntamientos que no hayan presentado sus planes contra la sequía. En este sentido, otra de las críticas que más se escucharon ayer entre la oposición fue la de que era un texto «sancionador» y no propositivo para luchar contra la sequía. Sobre este aspecto, el PSC pide demorar un año las multas, un aspecto que podría discutirse en la reunión del día 31.

Ante este reproche, Jordà defendió que la «vocación» del decreto no es castigar a ningún municipio, sino «disuadir y que todos hagamos los deberes». «La interpretación del artículo (sobre sanciones) nos podría llevar a que la transición fuera de facto. Pero si no es suficiente, lo redactaremos de la manera que haga falta», resolvió la dirigente para tratar de salir del entuerto.

A la abstención de PSC, Junts, Comunes y la CUP se sumó el voto en contra del PP, Ciudadanos y Vox. El diputado popular Daniel Serrano explicó que la falta de previsión, la reacción tardía y las medidas insuficiente hacen que el decreto no sea suficiente para hacer frente a la situación de sequía: «No es la caja de medidas que usted piensa que es», replicó a la consejera Jordà.