Memoria histórica

La tumba desconocida de los últimos de Filipinas y Cuba en Barcelona

En el cementerio de Les Corts está el mausoleo de los que cayeron en 1898

El cementerio de Les Corts
El cementerio de Les CortsAjuntament de Barcelona

El de 1898 fue el año de la gran crisis de identidad de un país que vio como perdía para siempre las últimas colonias que le quedaban, de lo que siglos antes era un imperio en el que, según se cuenta, nunca se ponía el sol. Muchos fueron enviados a defender aquellas tierras lejanas, pero lo que no es tan conocido es que los restos de aquellos jóvenes acabaron en un cementerio de Barcelona, concretamente en el de Les Corts.

Para entender cómo sucedió esto tenemos que remontarnos a 1897, momento en el que la capital catalana, en continuo crecimiento inauguró un nuevo cementerio en lo que en aquel tiempo era un distrito independiente de Barcelona. Situado hoy a pocos metros del estadio del F.C. Barcelona, en la actualidad es precisamente el lugar de último reposo de algunos de los jugadores más emblemáticos que ha tenido el club, como Kubala, Urruti, Samitier, Basora o Ángel Mur, además del que fuera presidente Enric Llaudet.

Viajemos ahora hasta 1898, momento en el que numerosos soldados fueron enviados a miles de kilómetros para intentar rescatar unas provincias que se habían convertido en un anacronismo para muchos, aunque no para el Gobierno. El 26 de septiembre de 1898 llegaban a la Estación de Francia los supervivientes catalanes que habían ido a esa guerra, soldados sin ningún tipo de formación que habían hecho lo que habían podido por salir adelante. La treintena escasa que volvió a pisar Barcelona en ese día habían participado en la batalla de Santiago de Cuba. El entonces presidente del Gobierno, el liberal Práxedes Mateo Sagasta, ordenó que el retorno fuera una suerte de goteo con apenas eco en los periódicos para no hundir todavía más la moral del país.

Además de los vivos también regresaron los restos de algunos muertos. El Ayuntamiento de Barcelona decidió crear un gran mausoleo para todos ellos en el cementerio de Les Corts. El arquitecto encargado de llevar a cabo el proyecto fue el modernista Pere Falqués, el responsable del diseño de las farolas del Paseo de Gràcia y hábil ejecutor de las peticiones del consistorio. Falqués ideó una especie de fortín militar realizado con piedra de Montjuïc y donde hay cuatro cámaras. En total hay 726 soldados inhumados, aunque las cifras pueden variar hasta los 732.En 2023 el conjunto fue cuidadosamente restaurado por el Ayuntamiento.