Infraestructuras

Un túnel bajo Montjuïc: Barcelona llevará por fin la L2 del metro a la Zona Franca

Ayuntamiento y Generalistat rescatan el proyecto ferroviario que comportará una inversión de 1.000 millones de euros

La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica Sílvia Paneque junto al alcalde de Barcelona Jaume Collboni, en rueda de prensa en el Saló de Cent de consistorio EUROPA PRESS 09/12/2024
La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica Sílvia Paneque junto al alcalde de Barcelona Jaume Collboni, en rueda de prensa en el Saló de Cent de consistorioEUROPA PRESSEuropa Press

La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han decidido recuperar el proyecto para prolongar la línea L2 del Metro desde el barrio del Poble-sec hasta Montjuïc, la Marina del Prat Vermell y el Parc Logístic. Este ambicioso plan, paralizado durante años, supondrá una inversión aproximada de más de 1.000 millones de euros y busca conectar mejor estas áreas con el centro de la ciudad, potenciando su desarrollo cultural, deportivo y económico.

El anuncio lo realizaron este lunes la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, tras una reunión en el Saló de Cent del Ayuntamiento. Este acuerdo es resultado de los compromisos asumidos por ambas instituciones en la comisión mixta celebrada el pasado 22 de noviembre.

El proyecto original para prolongar la L2 nació en la primera década de los 2000, pero quedó relegado por problemas presupuestarios y técnicos. Actualmente, la línea termina en la estación de Paral·lel, pero el objetivo es añadir un tramo de 6,3 kilómetros que cruce Montjuïc mediante un túnel. Este recorrido incluirá 6 nuevas estaciones que conectarán puntos clave como el Estadio Olímpico, el Palau Sant Jordi, el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) y los barrios de la Marina de Port y la Marina del Prat Vermell.

La prolongación se dividirá en dos fases principales: un túnel de 0,6 kilómetros entre Sant Antoni y Poble-sec, construido mediante pantallas, y un tramo de 5,4 kilómetros donde una tuneladora abrirá paso desde el Parc Logístic hasta Poble-sec. Este trazado permitirá también una conexión directa con la línea L9 Sud en Parc Logístic, mejorando el acceso al Aeropuerto de Barcelona.

Actualización del proyecto constructivo

Poner en marcha una obra de esta magnitud requiere importantes ajustes técnicos. Según detalló Paneque, el primer paso será actualizar el proyecto constructivo, que data de 2009, y realizar un nuevo estudio de impacto ambiental. Este proceso se estima que llevará entre 18 y 24 meses y costará 4 millones de euros.

“Recuperamos y damos un impulso definitivo a esta prolongación”, afirmó la consellera, subrayando la importancia de retomar proyectos que habían estado olvidados. Por su parte, el alcalde Collboni recordó que esta conexión con Montjuïc es una reivindicación histórica, planteada incluso durante los Juegos Olímpicos de 1992. “Es momento de sacar del cajón proyectos como el de la L2 y ponerlos en marcha de nuevo”, declaró.

Un eje estratégico para Barcelona

La ampliación de la L2 no solo mejorará el acceso al área de Montjuïc y a los barrios del sur de Barcelona, sino que también busca acompañar los planes de desarrollo en estas zonas. Collboni destacó que Montjuïc y la Marina del Prat Vermell son áreas con gran potencial de crecimiento y que necesitan una mejor integración con el centro de la ciudad.

Entre los proyectos que se beneficiarán de esta conexión destacan la ampliación del MNAC, la licitación de nuevos pabellones en Fira de Barcelona y el fortalecimiento de la red de transporte público para descongestionar la ciudad. El alcalde calificó el metro como “la forma más democrática, eficiente y ecológica de moverse por Barcelona”.

Además, ambas instituciones acordaron la creación de un grupo de trabajo para diseñar un mapa de estaciones de autobuses intermodales. Estas infraestructuras se ubicarán en las principales vías de entrada y salida de la ciudad, como Gran Vía, la Diagonal y la Meridiana, y estarán pensadas para mejorar la movilidad en el horizonte de 2028, cuando finalice la actual concesión de las líneas de autobuses interurbanos.

Colaboración entre Generalitat y Ayuntamiento

Tanto Paneque como Collboni coincidieron en la importancia de coordinar agendas entre la Generalitat y el Ayuntamiento para sacar adelante proyectos estratégicos que beneficien a la ciudadanía. “Fortalecer Cataluña significa tener una capital líder y en cabeza”, afirmó Paneque, quien elogió el buen clima de colaboración entre ambas administraciones.

Por su parte, Collboni subrayó la necesidad de que la Generalitat mantenga el ritmo en el desarrollo de infraestructuras clave para Barcelona y su área metropolitana. “La presencia del Govern en la ciudad es esencial para impulsar grandes proyectos de transporte público”, declaró.