Antropología

Los neardentales y los sapiens estaban relacionados por la boca

Un estudio analiza el sarro dental de diferentes fósiles para conocer la evolución de la flora bucal en el tiempo

Los Homo sapiens y los Homo neardentalensis compartieron un periodo histórico, pero se conoce poco sobre cúando fué o que relación tenian entre sí. A la izquierda, cráneo de Homo sapiens. A la derecha, craneo de Homo neardentalensis.
Los Homo sapiens y los Homo neardentalensis compartieron un periodo histórico, pero se conoce poco sobre cúando fué o que relación tenian entre sí. A la izquierda, cráneo de Homo sapiens. A la derecha, craneo de Homo neardentalensis.la razonla razon

En nuestra boca reside todo un mundo de microorganismos, que viven gracias a los nutrientes que comemos. Este microbioma, formado por principalmente bacterias, es clave en nuestra salud bucal. El equilibrio adecuado de ciertas cepas de bacterias no supone ningún problema. Pero si la población de algunas cepas aumenta, son capaces de provocar mal aliento, sarro dental y caries. Por eso es importante mantener una higiene bucal correcta y tener nuestro microbioma bajo control.

Pero los cepillos de dientes no han estado siempre entre nosotros. La flora bucal nos lleva acompañando desde el origen de la humanidad, aunque ha sido complicado conocer su evolución hasta ahora. Un equipo de científicos de la Universidad de Max Planck se ha dedicado a conocer la evolución del microbioma a partir de diferentes fósiles, comparando el microbioma bucal de los neandertales y los humanos modernos, y encontrando nuevas claves sobre la alimentación y relación de nuestros antecesores.

Unos visitantes indeseados

Para lograrlo, se han aliado 41 centros de investigación, usando más de 120 fósiles dentales procedentes de diferentes especies, como el Homo neanderthalensis y diferentes especies de Homo sapiens. Estos fósiles son un resumen histórico de los pasos previos de la evolución humana, actuando como representantes de cada una de estas etapas.

Cuando hay poca higiene dental, las bacterias generan desechos que se acumulan formando el sarro dental. Este sarro dental forma diferentes capas, que encierran restos de comida y bacterias. El equipo extrajo sarro dental de cada uno de los fósiles, y analizaron su material genético en busca del genoma de los microorganismos que lo poblaron.

Como los fósiles datan de decenas de miles de años de antigüedad, los restos genéticos de las bacterias bucales están deteriorados e incompletos. Por lo que en muchos casos los científicos han analizado estos pequeños restos y comparado con los registros actuales para reconocer las cepas de bacterias a las que pertenecen. Así, los científicos lograron identificar diez grupos de bacterias bucales que aún están presentes en los humanos actuales. Muchas de estas bacterias son beneficiosas para la boca, y ayudan a la conservación de los dientes, ya que no generan desechos que pueden afectar al esmalte dental.

Pero no son las únicas, otros rastros de material genético pertenecen a bacterias muy poco estudiadas o totalmente desconocidas, que incluso carecen de nombre científico. Esto ha sorprendido a muchos expertos en microbiología bucal que pensaban que todas las bacterias capaces de vivir en la cavidad bucal ya habían sido estudiadas, abriendo todo un campo nuevo de investigación.

cepillos de dientes
cepillos de dientesUNSPLASH

Entre neandertales y sapiens

Un descubrimiento relevante vino al comparar el microbioma de sapiens y neandertales. Ambos microbiomas son sorprendentemente similares, y difieren solo en algunas cepas de bacterias. Al analizar los fósiles con más detenimiento, comprobaron que esta diferencia era nula entre los fósiles europeos de sapiens datados en la Edad de Hielo y los neandertales del mismo periodo. Tener el mismo microbioma bucal implica que ambas especies debían tener un contacto estrecho, compartiendo la misma comida y besándose. Este descubrimiento apoya las últimas pruebas que indican que los sapiens y neandertales tuvieron que cruzarse en algún momento histórico, ya que el ADN de los humanos actuales tiene un porcentaje de ADN neandertal.

Pero este parecido bucal tiene un límite temporal. En los fósiles de finales de la Edad de Hielo, los neandertales y sapiens dejaron de compartir microbiomas. Sus caminos se separan al mismo tiempo que empieza a disminuir el número de fósiles neandertales de este periodo.

El descubrimiento más relevante vino de la mano de la alimentación. Entre las bacterias compartidas por ambas especies se encuentra un subgrupo de la bacteria Streptococcus, especialmente adaptada para consumir almidón. Esta bacteria adaptada al almidón no se observa en otras especies de primates, así que tuvo que tener su origen en sapiens y neandertales durante la Edad de hielo.

Esto es extraño porque se pensaba que el consumo de alimentos con almidón vino acompañado de la agricultura y el sedentarismo. Sin embargo, la presencia de esta bacteria indica que en la dieta humana de la Edad de Hielo ya había un consumo importante de alimentos con almidón, como raíces, semillas y tubérculos. En el estudio plantean la posibilidad de que ese aporte de energía extra ayudó al crecimiento del cerebro que caracteriza a nuestra especie.

Un poco de sarro dental ha sido clave para conocer nuevos detalles de la evolución humana, desde la alimentación hasta el cruce de neandertales y sapiens. Y es que nuestro genoma ha cambiado lentamente en estos miles de años, pero las bacterias de nuestra boca evolucionan y se adaptan a un ritmo mucho mayor. El sarro bucal puede ser visto como un problema de salud, pero para los investigadores es una cápsula del tiempo por explorar.

REFERENCIAS: