Curiosidades

¿Por qué estornudamos al mirar al Sol?

Se llama estornudo fótico aunque también se le puede conocer como síndrome ACHOO

Mujer estornudando
Mujer estornudandoMojpe/PixabayDominio Público

Existe un curioso síntoma que aparece en aproximadamente un tercio de la población. Las personas que lo sufren estornudan al ser sometidos a luces potentes tras haber permanecido en la oscuridad. Encontrar una explicación es complicado porque, ¿Qué puede tener que ver la luz con el estornudo? Las fosas nasales están pobladas por una gran cantidad de receptores específicos para el sentido del olfato, por lo que la luz no debería provocar ningún estímulo y, sin embargo, aparece el estornudo.

Los griegos estornudaban

Una de las primeras respuestas la encontramos en el libro “Problemas”, generalmente atribuido al filósofo Aristóteles. No está de más aclarar que existe debate acerca de la autoría del libro debido a que se trata de una recopilación realizada por Andrónico de Rodas, que estuvo al frente de la escuela aproximadamente entre los años 70 - 50 a.C. Andrónico recopiló los problemas sin distinguir entre los que eran auténticos de Aristóteles y los posteriores. Pero entre las preguntas que se conservan se plantea de la siguiente:

“¿Por qué, si se mira al sol, se estornuda más? ¿Es porque el sol, al calentar, provoca una alteración? Por tanto, es como tocar con plumas. Pues ambas cosas producen el mismo efecto: y es que, al calentar con el movimiento, producen aire más deprisa a partir de la humedad. La salida de éste es el estornudo.”

Esta respuesta es un tanto vaga y se basa en la experiencia personal de una persona de hace más de 2000 años, por lo que se encuentra bastante desactualizada. Eso sí, lo que nos muestra este problema es que las personas ya se preguntaban el porqué de este fenómeno en la Grecia antigua.

En los años 50 del siglo pasado comenzaron los estudios fisiológicos sobre el fenómeno, aunque no fue hasta 1964 cuando el doctor Henry C. Everett se centró en la neurofisiología del mismo, recopilando los artículos publicados hasta la fecha y realizando un estudio con 6 sujetos con estornudo fótico. Años más tarde se propuso un nombre la mar de curioso para este síntoma: Síndrome Autosómico Dominante de Irrupción Helio-Oftálmica Compulsiva. En castellano puede que las siglas SADIHOC no nos digan mucho, pero si se traduce el nombre del síndrome al inglés, nos queda Autosomal Dominant Compelling Helio-Ophthalmic Outburst o síndrome ACHOO, un nombre simpático que recuerda al sonido característico de los estornudos. Ahora bien, darle un nombre a un fenómeno es una cosa, pero encontrar una explicación es un trabajo totalmente distinto.

Una falta de espacio

En la actualidad, la teoría más aceptada sobre por qué se produce este rasgo es que existe un “cruce de cables” entre los nervios de los pares craneales, concretamente el trigémino y el óptico. Esto se debe a que en la cara se concentran una enorme cantidad de nervios que han de llevar torrentes de información al cerebro y, al estar tan juntos, la excitación de uno puede trasvasarse a otro y causar una respuesta inesperada. En el caso concreto del estornudo fótico, el nervio óptico se sobreexcita al ser expuesto a mucha luz de golpe y le pasa la información a la división oftálmica del trigémino, lo que provoca el estornudo.

La genética detrás del estornudo fótico

En 2010, un artículo publicado por Erikssen et al. asoció el rasgo de la presencia del estornudo fótico a ciertas variantes de los genes ZEB2 y NR2F2. En el estudio se mostraba que los que presentaban al menos una de las variantes de estos genes tenían propensión a presentar el estornudo fótico. Es decir, que con que una de las 2 copias que tenemos del gen sea la variante del estornudo fótico, estornudaremos al darnos la luz. Por tanto, las evidencias apuntan a que el rasgo se hereda de forma dominante, aunque podría haber más genes implicados que negasen el efecto. Así que si en una familia todos presentan el rasgo menos una persona, no hay nada de lo que preocuparse y viceversa.

QUE NO TE LA CUELEN

  • ¿Por qué no es bueno aguantar un estornudo? El estornudo es un acto muy violento para el cuerpo, con aire que puede salir despedido a más de 150 km/h, por lo que tratar de contenerlo puede llegar a ser peligroso para la salud. El aumento súbito de la presión en las comunicaciones del interior de la cara puede desde romper los tímpanos hasta causar aneurismas por la rotura de los vasos sanguíneos cerebrales. Además, excepto cuando sabemos que se trata por el reflejo del estornudo fótico o por algún otro síntoma conocido, generalmente el estornudo es una forma de limpieza que tiene el cuerpo, por lo que si tratamos de evitarlo, estaremos impidiendo que se desaloje el objeto extraño que nos puede causar daños. Por ello, siempre es mejor estornudar cuando el cuerpo lo pida, eso sí, a poder ser poniendo un pañuelo o el interior del brazo entre nuestra nariz y la persona más cercana.

REFERENCIAS (MLA)