Cargando...

Ciencia

Ahorra calculando la mejor tele que tus ojos pueden apreciar gracias a este estudio científico

Posiblemente no necesites una televisión 8K igual porque tus ojos no son tan buenos

Televisión Xiaomi TV S Pro Mini LED 2026 Xiaomi

Imagina que te compras una tele nueva con una imagen espectacular. Quieres presumir ante todos tus amigos, pero, cuando coges tu teléfono para subir una story a Instagram, te das cuenta de que no luce nada. A través de la cámara del teléfono, la televisión 8K de última generación parece una HD cualquiera. Un televisor, por lo tanto, será (como mucho) tan bueno como el “ojo” que lo mire, ya sea la cámara del teléfono o tus limitadas retinas de simio. Por suerte, los humanos tenemos una agudeza visual bastante buena comparados con el resto de los animales. Podemos disfrutar de imágenes mucho más definidas que de aquellas antiguas televisiones de tubo. Ahora bien… ¿cuál es nuestro límite?

O, dicho de otra manera. ¿A partir de qué resolución mi ojo será incapaz de notar la diferencia? Si te sobra el dinero, puede que la pregunta no te despierte el menor interés, pero si quieres derrochar unos cuantos cientos de euros en un televisor demasiado bueno para que tu ojo lo aprecie, tenemos la solución. Un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge y la Meta Reality Labs han diseñado una calculadora totalmente gratuita para que calcules, en función del tamaño de un televisor, su calidad y la distancia a la que te sentarás de él, si estás pagando por una resolución que no podrás disfrutar.

Una carrera tecnológica hacia ninguna parte

La web se llama "Computer Laboratory display resolution calculator" y es el producto de una investigación absolutamente seria que, los mismos investigadores, acaban de publicar en la prestigiosa revista científica Nature. En palabras de su autora principal, la Dra. Maliha Ashraf: “Dado que grandes esfuerzos de ingeniería se destinan a mejorar la resolución de las pantallas móviles, de realidad aumentada (AR) y de realidad virtual (VR), es importante conocer la resolución máxima a partir de la cual las mejoras adicionales no aportan beneficios perceptibles. Pero hasta ahora no había estudios que en realidad midieran qué es exactamente lo que el ojo humano puede ver y cuáles son las limitaciones de su percepción.”

Es más, los investigadores exponen que los problemas van más allá de la economía doméstica o del gasto público en monitores. “Si tu pantalla tiene más píxeles, es menos eficiente y requiere más potencia de procesamiento para funcionar”, añadió el coautor, el profesor Rafał Mantiuk, también del Departamento de Ciencias de la Computación y Tecnología de Cambridge. Y, aunque los expertos no lo han explicitado, eso significa un mayor gasto energético y, por lo tanto, un problema medioambiental a tener en cuenta. “Así que queríamos conocer el punto en el que deja de tener sentido seguir mejorando la resolución de la pantalla.”

Una visión perfecta

Para estudiarlo, los investigadores decidieron calcular cuántos píxeles podía ver una persona con buena visión en un espacio concreto. Cuantos más píxeles pudieran reconocer, mejor agudeza visual. Un experimento sencillo con una salvedad: el tamaño del espacio en cuestión estaba medido de una forma particular porque, si lo calculamos para 1 centímetro cuadrado, la cantidad de píxeles que podamos distinguir dependerá de a qué distancia de ellos nos encontremos. Así pues, lo definieron como la cantidad de píxeles que pudiéramos reconocer en una porción de un grado del campo visual. Dicho de otra forma, imagina un cono muy afilado que saliera de tu ojo y se proyectara en la pantalla. La amplitud de los ángulos se mide en grados y, ese cono, mediría un grado en su punta. ¿Cuántos píxeles puedes ver en la zona delimitada por la intersección del cono y la pared?

Hasta ahora, los expertos pensaban que nuestro límite estaba en 60 píxeles por grado. “Esta medida ha sido ampliamente aceptada, pero nadie se había sentado realmente a medirla con pantallas modernas, en lugar de con una tabla mural de letras desarrollada en el siglo XIX” aclaró la doctora Ashraf. Pues bien, cuando a los investigadores les pidieron a los usuarios que distinguieran líneas muy finas en una pantalla de televisión a diferentes distancias, descubrieron que su agudeza visual es mayor de la que pensábamos. Para imágenes en blanco y negro alcanzaban los 94 píxeles por grado, para el contraste entre rojo y verde caían a 89 y, cuando tenían que distinguir entre amarillo y morado, se quedan en apenas 53.

La cruda realidad

Si estás buscando una respuesta para tu caso particular, lo ideal es que visites la calculadora, pero, si no, es posible que te conformes con saber que, para la mayoría de los usuarios que, posiblemente vayan a sentarse a 2,5 metros de la televisión y que tendrán una visión perfecta (con o sin gafas), no hay una diferencia de resolución apreciable entre las caras televisiones 4k y 8k y una Quad HD, que suelen ser mucho más asequibles. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que en una televisión importan más cosas aparte de la resolución. Los colores, que la pantalla refleje poco, que se vea bien a pesar de la luz ambiente, etc.

Porque los autores de este estudio no pretenden sabotear el mercado de los televisores, sino comprender mejor nuestra relación con ellos para, así, reforzar el desarrollo tecnológico de aquellas características que realmente vayamos a aprovechar. Una simbiosis de ciencia y mercadotecnia que, en principio, debería beneficiar a ambas y, por supuesto, al consumidor.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Los datos que hemos comunicado en el artículo son, solamente, una pequeña parte de los recabados por la investigación. Nos hemos centrado en aquellos relacionados con la agudeza visual en el centro de la retina, porque es la más relevante cuando estamos dirigiendo la vista hacia la pantalla. Sin embargo, la visión periférica tiene una agudeza visual menor, en especial para los colores.

REFERENCIAS (MLA):

  • Ashraf, Maliha, Rafał Mantiuk, and Alex Chapiro. “Resolution Limit of the Eye: How Many Pixels Can We See?” Nature Communications, 27 Oct. 2025, doi:10.1038/s41467-025-64679-2. University of Cambridge and Meta Reality Labs.