Genética

Descifran el genoma del animal más traficado del planeta

Solo en las últimas dos décadas se han capturado y vendido ilegalmente casi un millón de ellos.

Conservación
Ejemplar de pangolín chino analizado en el estudioYan Hua, Guangdong Academy of ForestryYan Hua, Guangdong Academy of Forestry

Los registros más antiguos señalan que los pangolines llevan en el planeta al menos 50 millones de años. Ese tiempo los ha llevado a ser una rareza: son los únicos mamíferos cubiertos de escamas. Sin embargo, lo más importante es que los pangolines desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de su ecosistema y ayuda a erradicar las plagas de insectos en zonas agrícolas. Su otra “característica única” es que son el animal salvaje más traficado del mundo, con más de 900.000 cazados furtivamente en las últimas dos décadas.

Gran parte de esto se debe a su alto valor para su uso en la medicina tradicional, que requiere el uso de carne y escamas de pangolín. Esto ha llevado a muchas especies de pangolines al borde de la extinción. En particular, dos especies de pangolines, el pangolín malayo (Manis javanica) y el pangolín chino (Manis pentadactyla), se encuentran bajo una gran presión de supervivencia. Estas especies están catalogadas como en peligro crítico en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) desde 2014.

El 15 de febrero se celebra el Día Mundial del Pangolín, aprovechando esto se han presentado los datos genómicos de mayor calidad sobre estas especies de pangolín. La información proporciona evidencia de las vulnerabilidades genéticas y los riesgos de extinción de las especies de pangolín malayo y chino.

Los resultados, publicados en GigaScience, forman parte de un esfuerzo colaborativo de científicos chinos en el que participan el equipo de Yan Hua del Centro de Investigación para la Conservación del Pangolín de la Administración Nacional Forestal y de Pastizales, el equipo de Tianming Lan de la Universidad Forestal del Noreste y Qiye Li de BGI-Shenzhen.

El punto de partida de sus análisis fue generar secuencias genómicas de las especies de pangolín chino y malayo con una resolución significativamente mayor que la disponible actualmente. Disponer de datos de tan alta calidad en forma de una secuencia cromosómica casi sin fisuras es fundamental para determinar aquellos indicadores de la salud genética y el riesgo de extinción de cualquier población.

Para ello, los análisis realizados incluyeron estimaciones de diversidad genética, que indican cuánta variación genética existe entre los individuos de una población. Cuanto mayor sea la variación, más saludables genéticamente pueden ser las generaciones futuras. De manera similar, se pueden evaluar otros parámetros, como el nivel de endogamia dentro de una población, e indicar la probabilidad de que existan problemas de salud importantes heredados con el tiempo. Estos análisis pueden ayudar a centrarse en las mejores formas de llevar a cabo operaciones de rescate, como por ejemplo si la cría selectiva es esencial.

Los autores utilizaron sus datos como punto de referencia, junto con datos genómicos publicados anteriormente de 37 individuos de pangolín chino y 72 de pangolín malayo, para reevaluar el estado genético de conservación de cinco poblaciones de pangolín. Descubrieron que la diversidad genética general era sorprendentemente alta, lo que es una señal positiva para la salud genética de una población; Sin embargo, su análisis también mostró que algunas de estas poblaciones corren un mayor riesgo de extinción que otras.

En concreto, los científicos determinaron que esta población había sufrido un declive mucho más rápido y agudo en los últimos 10.000 años en comparación con las otras poblaciones de su estudio. Además, otros parámetros genéticos de su estudio indicaron que esta población en particular corría un riesgo de extinción muy alto.

El análisis de un espécimen de pangolín de Taiwán reveló datos igualmente preocupantes. Se requieren más trabajos para consolidar el grado en que poblaciones específicas de pangolines corren un riesgo de extinción debido a graves presiones de supervivencia.

“Además de ayudar a gestionar la caza furtiva y el tráfico ilegal – concluye Tianming Lan, líder del estudio -, el gobierno chino ha construido un centro de cría para la conservación de los pangolines chinos y malayos y ha desarrollado un programa de cría y reproducción artificial. Con la ayuda de estos datos, podemos evaluar mejor las estrategias de rescate genético para las poblaciones salvajes mediante la reintroducción y liberación de estos individuos cautivos en el futuro”.