Historia

Este sacerdote fue momificado como quien rellena un pavo y un estudio ha revelado su identidad

Un estudio publicado en Frontiers of Medicine identifica la momia de St. Thomas am Blasenstein como el vicario Franz Xaver Sidler von Rosenegg

La momia del "capellán secado al aire" en su ataúd en la cripta de la iglesia de St. Thomas am Blasenstein, Austria.
La momia del "capellán secado al aire" en su ataúd en la cripta de la iglesia de St. Thomas am Blasenstein, Austria.Andreas NerlichEurekalert

¿Cómo empezar este artículo sino con unas disculpas? Creo que nunca había escrito un titular tan gráfico, pero así ocurrió y así lo cuentan en una publicación de la prestigiosa revista científica Frontiers of Medicine. Un grupo de investigadores ha estado estudiando una momia austríaca del siglo XVIII. Una momia poco corriente, a decir verdad. En lugar de haber abierto su cuerpo para vaciar los órganos y sustituirlos por alguna sustancia conservante, los artesanos encargados de la tarea decidieron ahorrarse el escalpelo e introducir todo aprovechando un orificio natural… el ano. La analogía avícola es tan inevitable como clarificadora.

Este atípico proceso de momificación ya merece, por sí solo, la atención de los expertos. Sin embargo, durante el estudio, los investigadores obtuvieron información clave para identificar al momificado en cuestión, confirmando lo que ya daban por hecho los lugareños de St. Thomas am Blasenstein. Aquel cuerpo centenario perteneció, otrora, a un sacerdote local: el vicario parroquial local Franz Xaver Sidler von Rosenegg, fallecido en 1746. Su cuerpo fue descubierto en la cripta de la iglesia alrededor del año 1800, pero la primera mención escrita data de 1830. Para aquel entonces, el difunto Sidler ya había sido convertido en una atracción local. De hecho, en 1850 se empezaron a distribuir folletos turísticos para promocionar la cripta y en 1900 se añadió una tapa de ataúd con una ventana de vidrio para permitir a los visitantes ver la momia.

Una técnica… alternativa

La momificación no es una técnica monolítica, ni mucho menos. A lo largo de la historia, muchas culturas han desarrollado sus propias estrategias de forma independiente. En algunos poblados del Norte de Europa, aprovechaban las propiedades químicas del agua para transformar la grasa de sus cuerpos en una suerte de jabón, dando lugar a las famosas momias de las ciénagas. En el antiguo Egipto, el calor y la sequedad invitaban a vaciar los órganos, rellenar las cavidades con natrón y sepultar los cuerpos en estructuras de gruesos muros, donde la temperatura era más estable. En este caso, la técnica empleada es químicamente menos sofisticada. El orificio del pobre vicario fue violentado con virutas de madera, fragmentos de ramas y retales de tejidos como el lino y el cáñamo.

Esta mezcla, que podría ser considerada el popurrí más austero de la historia, tenía un propósito claro: absorber la humedad. La industria conoce bien las propiedades absorbentes del serrín y, si puede enfrentarse con los subproductos corporales de un sábado noche, también puede encargarse de los líquidos que pudiera exudar el buen Sidler. Pero había otra sorpresa entre las fibras naturales que rellenaban al sacerdote: una pequeña cantidad de una sustancia conocida como cloruro de zinc. Sus cualidades secantes habrían hecho tándem con el serrín y los retales, reduciendo la humedad del cuerpo y complicando la proliferación de bacterias. Porque, cuanto más lento prosperen los microorganismos, más tiempo tendrá el cuerpo para momificarse antes de que la descomposición empiece a hacer de las suyas. De hecho, el relleno fue tan eficaz que el tórax y el abdomen se han conservado mucho mejor que la cabeza y las piernas, que han llegado mucho más deterioradas hasta nuestro siglo.

Analizando las pruebas

Como dicen los propios investigadores, la técnica empleada parece poco habitual porque apenas hemos dado con momias que hubieran sido rellenadas a través de sus propios orificios corporales, pero cabe la posibilidad de que fuera más común de lo que pensamos y que, si no hemos encontrado muchos más ejemplos, sea porque la técnica era menos eficaz preservando los cuerpos. Sea como fuere, la momia de St. Thomas am Blasenstein ha aguantado lo suficiente para sacar algunas conclusiones sobre su identidad. La pista más concluyente se ha obtenido gracias al radiocarbono, que data la muerte entre el año 1734 y el 1780. Un margen que comprende, precisamente, el 1746, cuando murió Franz Xaver Sidler von Rosenegg.

Por otro lado, el difunto tenía una edad estimada de entre 35 y 45 años, compatible con lo que sabemos sobre el vicario. Por lo demás, su cuerpo mostraba signos de haber estado bien nutrido a pesar de las penurias que vivió la Austria rural durante aquellos años, precisamente lo que esperaríamos de un hombre de su estatus. Los únicos signos patológicos identificados fueron un tabaquismo crónico y una tuberculosis pulmonar hacia el final de su vida. Todos ellos, rasgos compatibles con Franz Xaver Sidler von Rosenegg.

Y, aunque faltan muchas piezas del puzle, puede que no sean tantas como imaginamos. En palabras del Dr. Andreas Nerlich, patólogo de la Universidad Ludwig-Maximilians y autor principal del artículo “Tenemos evidencia escrita de que los cadáveres eran ‘preparados’ para el transporte o para una exposición prolongada, aunque ningún informe proporciona una descripción precisa. […] Posiblemente, el vicario estaba destinado a ser transportado a su abadía de origen, lo cual podría haber fracasado por razones desconocidas”. Posiblemente Sidler tenía otros planes para su cuerpo, pero el devenir de los acontecimientos es caprichoso y, en lugar de volver a su abadía, aquí está, protagonizando folletos decimonónicos y titulares del siglo XXI.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Entre las técnicas utilizadas para analizar el cadáver se han encontrado la tomografía computarizada, la autopsia focal, la datación por radiocarbono, el análisis toxicológico y el análisis de isótopos estables. Sin embargo, nada de esto cobra pleno sentido sin el contexto histórico que nos revelan determinados textos.

REFERENCIAS (MLA):

  • Nerlich, Andreas, et al. “The Mystery of the ‘Air-dried Chaplain’ Solved: The Life and ‘Afterlife’ of an Unusual Human Mummy from 18th Century Austria.” Frontiers in Medicine, vol. 12, 2 May 2025, doi:10.3389/fmed.2025.1560050.