Salud

La mitad de los menores a los que se les administró este fármaco ya no son clínicamente obesos

Es la conclusión de un reciente estudio que analizó 200 voluntarios durante poco más de un año. Pero hay letra pequeña.

España es uno de los países europeos con más obesidad infantil
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La obesidad es, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una de las mayores preocupaciones globales. En este contexto, España es el tercer país europeo con mayor prevalencia de España tiene uno de los indicadores más altos de obesidad infantil en un índice que abarca a 33 países de la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según datos de la Iniciativa de Vigilancia de la Obesidad Infantil que analizó cerca de medio millón de menores de entre 6 y 9 años. En este contexto los resultados de un estudio publicado en New England Journal of Medicine podría tener una respuesta. De acuerdo con sus conclusiones, casi la mitad de los niños a los que se les asignó un medicamento perdieron suficiente peso como para no ser clasificados como clínicamente obesos.

El estudio, liderado por Aaron Kelly, codirector del Centro de Medicina de la Obesidad Pediátrica de la Universidad de Minnesota, examinó a 180 adolescentes clasificados como clínicamente obesos. Además de recibir asesoramiento sobre un estilo de vida saludable, los voluntarios de entre 12 y 18 años recibieron una dosis de 2,4 mg de semaglutida a la semana durante 68 semanas, mientras que 67 niños recibieron un placebo durante el mismo período de tiempo. La semaglutida es un medicamento que tradicionalmente se usa para tratar la diabetes tipo 2, pero bajo la marca Wegovy también se puede usar para controlar el peso a largo plazo.

Los resultados del estudio, presentados en el Congreso Europeo sobre Obesidad en Dublín, descubrieron que mientras el 12 % de los adolescentes que tomaban el placebo pudieron perder suficiente peso como para dejar de ser clasificados como clínicamente obesos, para aquellos a los que se les asignó semaglutida, la cifra alcanzó casi el 45 %.

Al final del estudio, casi las tres cuartas partes (74 %) de los niños a los que se asignó semaglutida tuvieron una mejora de al menos una categoría del Índice de Masa Corporal (IMC), en comparación con poco menos de una quinta parte (19 %) del grupo placebo. El informe concluyó que la administración de semaglutida una vez a la semana dio resultados "históricamente sin precedentes" y produjo "mejoras clínicamente significativas".

“Estos resultados subrayan el alto grado de eficacia clínica de la semaglutida en adolescentes con obesidad – concluye el estudio –. En un sentido práctico, vemos que la semaglutida redujo el peso a un nivel por debajo de lo que se define como obesidad clínica en casi el 50 % de los adolescentes de nuestro ensayo, lo que es históricamente inesperado con tratamientos distintos de la cirugía bariátrica". En una conferencia de prensa, Kelly dijo que el medicamento podría ser transformador para los niños que viven con obesidad, pero advirtió que el medicamento no es una solución rápida y debe usarse junto con terapias de estilo de vida y otras medidas contra la obesidad.

“Una pregunta que me hacen mucho es: ¿Esto va a resolver el problema de la obesidad? ¿Deberíamos darle esto a todos? – señalaba Kelly –. No va a resolver el problema de la obesidad, pero es una pieza importante del rompecabezas para ayudar a resolverlo, especialmente para aquellos que ya tienen obesidad. La semaglutida es transformadora para muchos que pueden acceder a este tratamiento. A muchos les va muy bien con este medicamento, y puede cambiarles la vida”.

Pese a lo esperanzador del estudio, hay que aclarar varios aspectos importantes del mismo. Por un lado, el tratamiento se acompañó de una rutina que incluía “una meta de 60 minutos de actividad física de intensidad moderada a alta por día”, lo que indudablemente también influyó en los resultados. A esto hay que sumarle que muchos de los autores recibieron apoyo de Novo Nordisk, el laboratorio responsable de comercializar la semaglutida, tal como se refleja en el apartado de conflicto de intereses del estudio.