El calendario astronómico de junio llega cargado de momentos especiales, y uno de los más destacados es, sin duda, la Luna de Fresa. Aunque su nombre podría hacernos imaginar un satélite teñido de rosa o rojo intenso, la realidad es menos fantasiosa pero igual de fascinante. Esta luna llena, la última antes del solsticio de verano en el hemisferio norte, se podrá observar en su plenitud en España el miércoles 11 de junio de 2025, justo antes de que arranque oficialmente la nueva estación.

¿Por qué se llama Luna de Fresa?

El término “Luna de Fresa” tiene su origen en las tradiciones de los nativos americanos, concretamente de tribus como los algonquinos, que daban nombre a cada luna llena del año según los ciclos naturales y agrícolas que coincidían con ella. En este caso, la luna llena de junio marcaba el inicio de la cosecha de fresas silvestres en el noreste de lo que hoy es Estados Unidos. Aunque el satélite no adquiere realmente ese color, el nombre se ha mantenido como parte del folclore que rodea al calendario lunar.

Otros pueblos también hacían referencia a esta luna con nombres como “luna caliente”, en alusión a las temperaturas más elevadas propias del mes de junio y del inicio del verano.

¿Cuándo y cómo verla desde España?

En España, la Luna de Fresa alcanzará su fase llena el 11 de junio de 2025 a las 9:44 de la mañana (hora peninsular), según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Sin embargo, su mayor atractivo visual será durante la noche anterior, es decir, al atardecer del martes 10 de junio, cuando se eleve sobre el horizonte y aún pueda apreciarse en contraste con la luz del ocaso. Este momento es especialmente fotogénico, ya que la luna, al estar baja en el cielo, puede adoptar tonos amarillos o anaranjados debido a la mayor cantidad de atmósfera que atraviesa su luz.

Además, al coincidir con el final de la primavera, esta luna llena será la más baja del año en el cielo nocturno del hemisferio norte. Esto se debe a la inclinación de la órbita lunar, que en este momento se encuentra más cerca del plano del ecuador terrestre, situando visualmente a la Luna más próxima al horizonte.

Pero, ¿es de color rosa realmente?

A pesar del nombre, la Luna de Fresa no se tiñe de rosa. El tono rojizo o anaranjado que algunas personas creen ver en ocasiones está relacionado con factores atmosféricos como la humedad o la contaminación, especialmente si se observa cerca del horizonte. No se trata de un cambio en la superficie lunar, sino de un fenómeno óptico similar al que tiñe de rojo el sol durante el amanecer o el atardecer.

La noche del 10 al 11 de junio ofrecerá, además, otro aliciente para los aficionados al cielo: la posibilidad de observar Antares, una brillante estrella de color rojo intenso perteneciente a la constelación de Escorpio. Estará visible justo por encima de la Luna en dirección sureste, añadiendo un punto de interés adicional a la velada celeste.

La Luna de Fresa no es la única luna con nombre propio. Cada plenilunio tiene su apodo tradicional, como la Luna de Ciervo en julio o la Luna de Cosecha en septiembre. La siguiente luna llena tras la de junio se producirá el 10 de julio, y también contará con particularidades dignas de observación.

Aunque no tenga el color de su nombre, es una excusa perfecta para levantar la vista al cielo, apagar las pantallas y disfrutar de uno de los espectáculos más antiguos del mundo. Sólo necesitas un horizonte despejado, algo de paciencia… y, si quieres completar la experiencia, quizá un cuenco de fresas.