Neurociencias

¿Eres búho o gallo? ¿Noctámbulo o madrugador? Según la ciencia unos son más inteligentes que otros

Se trata de un estudio que comparó información de unos 26.000 voluntarios.

Imagen de una fiesta Elrow, marca de la casa
Puede que la noche no te confunda tanto...Elrow

“No hay vida nocturna en España. Se quedan despiertos hasta tarde, pero se levantan tarde. Eso no es vida nocturna, es retrasar el día. La vida nocturna es cuando te levantas con resaca por la mañana. La vida nocturna es cuando todo el mundo dice qué carajo y no recuerdas quién pagó la cuenta”, pocos podían opinar sobre la noche como lo hizo Ernest Hemingway en su libro 88 Poemas y quizás, a nivel cognitivo tenía razón en las diferencias. Al menos según un reciente estudio científico publicado en British Medical Journal.

Los autores, liderados por Raha West del Imperial College de Londres, realizaron un análisis entre 26.000 personas que habían completado pruebas de inteligencia, razonamiento, tiempo de reacción y memoria. Luego examinaron cómo la duración, la calidad y el cronotipo del sueño de los participantes (que determina en qué momento del día nos sentimos más alerta y productivos) afectaban el rendimiento cerebral.

Desde hace tiempo se piensa que quienes tienen costumbres nocturnas, más que madrugadoras, son personalidades creativas (para muestras, el botón de Hemingway). Pero los resultados del equipo de West confirmaron que aquellos que se quedaban despiertos hasta tarde y los clasificados como "intermedios" tenían una "función cognitiva superior", mientras que los madrugadores tenían las puntuaciones más bajas.

Esto no quiere decir que dormir poco es sinónimo de mejor desempeño intelectual: los resultados también mostraron que la duración del sueño es importante para la función cerebral, y aquellos que duermen entre siete y nueve horas cada noche obtienen mejores resultados en pruebas cognitivas.

“Si bien es esencial comprender y trabajar con sus tendencias naturales de sueño – explica West en un comunicado -, es igualmente importante recordar dormir lo suficiente, no demasiado o muy poco. Esto es crucial para mantener el cerebro sano y funcionando al máximo”.

Pero no todo es tan … día o noche. Según Jacqui Hanley, del Instituto de Investigación de Alzheimer en Gran Bretaña, “sin una imagen detallada de lo que sucede en el cerebro, no sabemos si ser una persona madrugadora o nocturna, afecta la memoria y el pensamiento, o si, por otro lado, una disminución de la cognición está provocando cambios en los patrones de sueño”. Otros expertos, como Jessica Chelekis, experta en sueño en la Universidad Brunel de Londres, dijo que el estudio tenía “limitaciones importantes, ya que la investigación no tuvo en cuenta el nivel educativo ni incluye la hora del día en que se realizaron las pruebas cognitivas en los resultados. El principal valor del estudio fue desafiar los estereotipos en torno al sueño”.

Aun así, los autores mantienen su postura: “Descubrimos que la duración del sueño tiene un efecto directo sobre la función cerebral – concluye el coautor Daqing Ma- y creemos que gestionar de forma proactiva los patrones de sueño es realmente importante para impulsar y salvaguardar la forma en que funciona nuestro cerebro. Lo ideal sería ver intervenciones políticas para ayudar a mejorar los patrones de sueño en la población general”.