Conducta

Si ser algo cabrón beneficia, ¿por qué no lo somos todos?

Un estudio científico analizó cómo nos beneficia este tipo de comportamiento…pero también destacan que no siempre es útil.

Disputa
Comportarse mal tiene beneficios...pero hay que saber cuándo.ClardClard

Montar una rabieta. Amenazar, acosar o robar a los demás. Puede que no sea sorprendente saber que la intimidación tiene sus ventajas. Pero para algunos científicos, hallazgos como estos plantean un enigma: si los machos con ciertas tendencias de personalidad tienen más probabilidades de llegar a la cima y reproducirse, y transmitir los genes de esos rasgos a su descendencia, entonces ¿no deberían ser así todos los machos? La ciencia confirma, una vez más, que el comportamiento brutal puede ser un camino efectivo hacia el poder. Y no solo en humanos, sino también en chimpancés.

Un nuevo estudio publicado en PeerJ descubrió que los chimpancés machos con las personalidades más acosadoras, codiciosas e irritables alcanzaron peldaños más altos en la escala social y tuvieron más éxito en engendrar descendencia que sus contrapartes más amables, por decirlo de algún modo. La pregunta lógica, nuevamente, es ¿por qué no todos los chimpancés son acosadores? Los autores del estudio, liderados por Joseph Feldblum, analizaron la conducta de 28 chimpancés machos que viven en el Parque Nacional Gombe en Tanzania.

Un estudio previo ya realizado en la misma reserva había demostrado cómo algunos chimpancés son más sociables, mientras que otros son solitarios. Estaban aquellos que se inclinaban por la tranquilidad, mientras que otros eran más autoritarios o se apresuraban a buscar peleas. La evaluación de personalidades se llevó a cabo durante años de observaciones casi diarias en los chimpancés de forma individual y en su interacción en el grupo.

El estudio de Feldblum, sin embargo, descubrió que los chimpancés machos con ciertos rasgos de personalidad, en este caso una combinación de alto dominio y poca escrupulosidad, tienden a tener mejores resultados en la vida que otros: alcanzan un rango mayor en el grupo y tienen más crías.

Una teoría sostenida desde hace mucho tiempo es que los diferentes rasgos de personalidad dan sus frutos en diferentes momentos de la vida de los animales. Incluso si ser agresivo les da una ventaja a los chimpancés machos jóvenes, podría ser contraproducente cuando sean mayores. O tal vez ciertos rasgos son una desventaja en la juventud pero una ventaja en la vejez.

"Pensemos en los rasgos de personalidad que llevan a algunas personas a alcanzar su punto máximo en el instituto en lugar de más tarde en la vida – concluye Feldblum –. Es una estrategia evolutiva que aprendemos. Nuestros hallazgos sugieren que algo más debe explicar la diversidad de personalidades. Podría ser que la "mejor" personalidad varíe dependiendo de las condiciones ambientales o sociales, o que un rasgo que sea beneficioso para los hombres sea costoso para las mujeres”. Serían en pocas palabras, rasgos que afloran en circunstancias competitivas. Pero que no formarían parte de una conducta a largo plazo y por ello no se transmite en todos los casos a la descendencia.