El día 3 de marzo se celebró la tercera mascletà fallera en Valencia. Era martes, y nada hacía presagiar que el viernes de la siguiente semana, el día 13 de marzo, la vida de todos iba a cambiar para siempre con el anuncio del presidente del Gobierno de que España entraba en estado de alarma debido a una pandemia cuyas consecuencias finales todavía desconocemos.

Aquel viernes Juan Luis y sus socios no daban crédito. Solo diez después de inaugurar el centro en el que tanta ilusión y dinero habían invertido, se veían obligados a cerrar sus puertas. “En solo diez días teníamos ya 45 clientes, esperábamos llegar a 60 en un mes”, explica Juan Luis. Tanto él como la mayoría de los fundadores de este “box” especializado cuentan con fieles clientes que les han seguido a lo largo de su trayectoria profesional y que están dispuestos a esperar lo que haga falta por volver a practicar un deporte que les apasiona.

“El crossfit es como una gran familia, vivimos juntos momentos de grandes esfuerzos y nos animamos mucho los unos a los otros”, explica este valenciano que no ve el momento de que les autoricen a reabrir. “Estamos listos para volver al día siguiente de que anuncien el paso a la Fase 1. Hemos adquirido todo el material sanitario necesario y las cuadrículas para cada alumno son de nueve metros cuadrados”, explica el profesor, quien añade que, en cualquier caso, sus grupos ya cuentan con un número limitado de personas.

“Suponemos que podremos abrir a partir del 26 de mayo si pasáramos a la Fase 2, en la 1 tiene que ser con cita previa o al aire libre, en cualquier caso, estamos preparados”.

“Ha sido un mazazo muy duro”, relata. Durante estos dos meses han realizado un seguimiento cercano de sus alumnos y han realizado sesiones online de manera gratuita. “Hemos intentado cuidarlos, y cuando volvamos a abrir tendrán acceso a los derechos correspondientes a una cuota superior a la que pagan”.