Presidencia

Puig insta a salir del “confinamiento mental” de nacionalismos excluyentes: “España no está rota”

El presidente de la Generalitat sitúa la “vía valenciana” como ejemplo para evitar la “crispación y las trincheras”, y augura la creación de 9.000 puestos de trabajo en tres años

“España no está rota, sino que es un trencadís”. Con esas palabras ha definido el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, la situación actual que se vive en el país en su mensaje de Fin de Año, en el que ha instado a “salir ya del confinamiento mental de ese nacionalismo excluyente que aboca a la uniformidad o al independentismo”. España es, según ha dicho, “un mosaico de identidades y culturas que enriquecen, que aportan, que suman”.

Así lo ha puesto de manifiesto en un discurso realizado en la Nau de la Universitat de València, escenario escogido por tratarse “del templo de la ciencia que nos ha traído la vacuna; la cuna de la educación que propicia la igualdad, y “la casa presidida por Lluís Vives, precursor de una Europa unida, que ha de impulsarnos a un Nuevo Renacimiento”, ha explicado.

Puig ha centrado su discurso de fin de año en dibujar “una nueva década que se abre a partir de este 2021″, de la que ha dicho que será “decisiva, de oportunidades y de esperanza”, y en la que prevé crear 90.000 puestos de trabajo durante los próximos tres años gracias a los fondos procedentes de la Unión Europea. Además, ha abogado por la “vía valenciana” como “el camino de los gobernantes para evitar la crispación y las trincheras, ya que es tiempo de la gestión, de la eficacia y del ‘trellat”.

Ha manifestado que en tres años, la Comunitat Valenciana recibirá cinco veces más recursos procedentes de la Unión Europea que los percibidos durante la última década y media, lo que contribuirá a generar “empleos de calidad asociados al conocimiento, a la nueva industria, a la sostenibilidad de las nuevas energías y a la digitalización”.

“Cerramos este fatídico 2020 y empieza un año con el que estrenamos una década decisiva, la década de las oportunidades y la década de la esperanza”. En este sentido ha calificado 2021 como “el año de la esperanza”, tanto por la llegada de la vacuna como por la reactivación impulsada desde la Unión Europea”, y ha asegurado que la prioridad del Consell “en estos meses tan difíciles que tenemos por delante, es salvar vidas, salvar empleos y salvar familias”.

Para el presidente valenciano, “el sentido común ha de impregnar el debate territorial español”. Así, el presidente ha calificado 2021 como “el año de la financiación justa en España”, una reforma que tiene que llegar “por justicia con territorios como la Comunitat Valenciana, profundamente discriminada”, y con el fin de hacer viable una “España de Españas, que suture heridas, promueva la reconciliación y genere complicidades”.

Año al límite

El presidente se ha referido a 2020 como “un año que nos ha llevado al límite”, por “tantos muertos, tantos enfermos, tanta tristeza”, y ha mostrado su afecto por las 2.800 familias valencianas que han perdido a un ser querido, a las que les ha asegurado que “siempre recordaremos”. Asimismo, ha trasladado un mensaje de ánimo a las personas que permanecen ingresadas en los hospitales luchando por su recuperación, a quienes les ha asegurado que su salud “es lo que más nos preocupa ahora mismo”.

Durante su mensaje, ha destacado que a pesar de que la pandemia “nos ha privado de la salud, de la familia, del trabajo y, a veces, de las libertades”, también ha visibilizado tres grandes fortalezas. En primer lugar, ha asegurado que “tenemos unos servidores públicos en los hospitales, en los centros de salud, en las residencias, en los cuerpos de seguridad y en las aulas que han arriesgado la vida por personas desconocidas, y que han enaltecido nuestro modelo social de bienestar”.

Asimismo, se ha referido como segunda fortaleza al “gran tejido de empresas, de cooperativas, de autónomos, de trabajadores y de trabajadoras, plenamente comprometidos con la prosperidad”. Y por último, ha señalado que el pueblo valenciano ha demostrado ser “inmensamente fuerte, prudente y convencido”, rompiendo con el estereotipo del “meninfotisme” y “practicando el mejor patriotismo, el de los valores, del civismo y de la responsabilidad”.

Por todo ello, el jefe del Consell ha trasladado su agradecimiento a la sociedad valenciana, “por el extraordinario esfuerzo que ha hecho, que está haciendo y que hará” y ha reiterado su “fe en el pueblo valenciano” y “el honor que significa servir a los valencianos”.

Lucha contra la desigualdad

El presidente también se ha referido a la lucha contra la desigualdad como el “fenómeno de causas globales que tiene que centrar esta década de las oportunidades”, porque según ha asegurado, “la cohesión de las clases sociales es la razón de ser de nuestro sistema, y la consecuencia del pacto social por un crecimiento justo, sostenible y equitativo”.

En este sentido, ha recordado a las 136 mujeres que han sido asesinadas por el terrorismo machista en la Comunitat Valenciana durante los últimos 17 años; a los 215.000 mayores que viven en soledad; a los 18.000 jóvenes que han emigrado desde la anterior crisis; a los 275.000 niños y niñas que se encuentran en riesgo de pobreza infantil, que han sido “eclipsados por una pandemia que no puede borrar aquello que caracteriza a una sociedad decente”.

Asimismo, se ha referido al “retroceso de la clase media y el surgimiento de trabajadores pobres que cada mañana se enfrentan a la precariedad laboral”, como un “problema silencioso, pero crucial”.

Por último, el presidente ha instado a la sociedad valenciana a mostrar su “coraje para evitar la parálisis”, y “determinación para acertar el camino”, y ha pedido “un plus de esfuerzo individual y colectivo”, porque “el camino para seguir adelante ya ha empezado”.