«Es un error usar la historia para el combate político actual»

«Escéptico es aquel que pone en duda las cosas que se han dicho hasta el momento». Son las palabras del escritor Juan Eslava (Jaén, 1948), una de las plumas más prolíficas de nuestro país, que vuelve a deleitar a su público con su narrativa histórica, centrándose en esta ocasión en el nacimiento y desarrollo del nazismo. «Enciclopedia nazi: contada para escépticos», describe los principales términos y personajes de una época «fascinante», en palabras del escritor, de la que aún tenemos mucho que aprender

Tras contar la historia del mundo, de España, de la guerra civil... ¿Por qué ahora decide revisar el nazismo?

Llevo 40 años interesado en este tema y acumulando lecturas, periódicos... sobre el mismo, y cuando llegó la pandemia pensé que era el momento. Me atrae el estudio de la historia, el mundo actual es un producto de la II Guerra Mundial y del auge de las dictaduras en los años 30 y 40. Pero lo que la época nazi tiene de fascinante es que fue una especie de ópera alemana. Por una parte, el misterio de cómo un pueblo culto se deja arrastrar por una pandilla de indocumentados, y luego el atractivo visual de aquellas grandes banderas, rojas, la esvásticas, los desfiles, las antorchas... todo eso tiene un cierto atractivo visual. Pensar que todo esto está al servicio del mal nos repele pero le otorga unas características muy especiales.

¿Cómo se explica que un pueblo como el alemán se dejara convencer por los ideales del nazismo?

El pueblo alemán salió de la I Guerra Mundial con un tremendo agravio, el Tratado de Versalles lo redujo a la miseria. Hitler, por su parte, tuvo la virtud de que frente a un auditorio sabía expresarse y sabía decir a los alemanes lo que querían oír. Esa facultad la explotó y le salió muy bien. Las sucesivas crisis que hubo, como el «crack» de 1929, favorecieron mucho a los nazis, así como el surgimiento del comunismo en Rusia.

¿Hasta qué punto Hitler fue responsable de su propio éxito? Estuvo rodeado por grandes personajes que también han pasado a la historia, como su ministro de Propaganda, Joseph Goebbels.

Lo primero que hicieron las personas de su alrededor fue endiosarlo: el Führer nunca se equivocaba. Pero yo destacaría al ministro Goebbels, que era un genio de la propaganda. De hecho, hoy en día tanto los políticos de izquierda como de derecha siguen usando los principios de propaganda política que Goebbels creo.

¿No cree que esto dice muy poco de la política actual? Son principios de hace casi 100 años.

No, Goebbels enseñó a hacer propaganda política, él la uso para el mal, lo que hay que hacer es utilizar estos principios de forma positiva. Era astuto hasta el punto de que consiguió que en España se publicaran noticias sobre lo que sucedía en Alemania para que los propios medios alemanes se hicieran eco y demostraran la repercusión que estaban teniendo en el extranjero.

Este es su sexto libro sobre historia contado para escépticos, ¿por qué se dirige a los escépticos?

Escéptico es el que pone en duda las cosas que se han dicho. La historia hay que revisarla siempre. Yo quiero ser riguroso y ofrecerle al lector los elementos para que se haga su propia composición de lugar. También pretendo que sean relatos divertidos, escribir en un tono irónico, recurrir al anecdotario.

¿Cree que lo sabemos ya todo sobre aquella época?

No, recientemente se están abriendo los archivos rusos y americanos. Hay mucho material nuevo que está saliendo ahora. Yo he usado material inédito en el libro y remito a internet con el QR del principio que remite a partes inéditas.

¿Cree que el pueblo alemán en su conjunto ha pagado la tragedia que supuso aquella época?

El pueblo alemán quedó destruido por los bombardeos, por su empecinamiento en continuar la guerra. Las generaciones actuales no tienen culpa de lo que hicieron sus antepasados.

¿Hasta qué punto influyó Hitler y la II Guerra Mundial en el devenir de la historia de España?

La ayuda alemana fue muy importante para que Franco ganara la guerra, pero también Italia colaboró. Franco en un principio estaba dispuesto a entrar en la II Guerra Mundial, de hecho, en Hendaya firmó un documento por el cual se comprometía a hacerlo, pero cuando pasó el tiempo y vio que la guerra era adversa a los alemanes, procuró el ir acercándose a los aliados, hasta el punto de que cuando acabó la contienda Churchill salió en su defensa.

Fue astuto...

Sí, pero también tuvo mucha suerte.

¿Qué opina sobre la Ley de la Memoria Histórica?

Hay que rescatar a las personas que están enterradas en las cunetas, por supuesto, pero creo que es un error usar la historia para el combate político actual porque ni las personas de izquierda ni las de derecha son responsables de lo que hicieron sus abuelos.