Crimen de Patraix
El Supremo condena a 17 años de prisión al amante de la viuda negra de Patraix (Valencia)
La mujer fue condenada en la misma causa a 22 años de prisión por delito de asesinato con alevosía, pero ella no recurrió al Supremo su condena
El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de 17 años de prisión para Salvador R.L., amante de María Jesús M., conocida como Maje o la viuda negra de Patraix, por el asesinato de Antonio Navarro, el marido de ella, en un garaje de este barrio valenciano en agosto de 2017.
La Sala II del Tribunal Supremo ha confirmado así la condena impuesta en su momento por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana a este hombre, han informado desde el TSJCV.
La mujer fue condenada en la misma causa a 22 años de prisión por delito de asesinato con alevosía, pero ella no recurrió al Supremo su condena.
El alto tribunal desestima íntegramente el recurso del acusado, ejecutor material del asesinato, que reclamaba que la atenuante analógica simple de colaboración con la justicia y confesión tardía, que se tuvo en cuenta por el TSJCV y por el tribunal del jurado de la Audiencia de Valencia, se considerase muy cualificada.
Además, la defensa pedía que se estimase otra atenuante por reparación del daño, por lo que entendía que la pena por el delito de asesinato con alevosía debía ser rebajada.
Respecto a la atenuante de confesión y colaboración, que el acusado pretende que pase de ser simple a muy cualificada, el Supremo subraya que la confesión del recurrente se produjo de forma muy tardía y cuando las pesquisas policiales ya se dirigían precisamente contra él y la coacusada y se encontraban muy avanzadas.
En cuanto a la atenuante de reparación del daño, la sentencia señala que no puede aplicarse ya que, pese a que con anterioridad a la celebración del juicio, el recurrente remitió una carta a una entidad bancaria donde tiene un plan de pensiones a fin de intentar rescatarlo y ponerlo a disposición de la familia del fallecido, lo cierto es que la reparación ha sido inexistente.
Además, añade que la indemnización concedida a los padres y hermano de la víctima ascendía a un total de 250.000 euros, que en nada ha reparado con su gestión el acusado.
Tampoco comparte el Supremo que la pena impuesta por la Audiencia y por el TSJCV sea arbitraria, sino razonada, al tratarse de “de una muerte programada, fríamente ejecutada, tratada de ocultar en cuanto a su autoría, hasta que la investigación policial adquiere fases muy relevantes de esclarecimiento”, y en la que se ha tenido en cuenta la atenuante acreditada de confesión tardía y colaboración.
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