Historia

La leyenda de la eterna juventud de la Fuente de Los Baños en Montanejos

El gobernador árabe Abú Zayd mandó construir estas instalaciones naturales que aún se conservan

Fuente de los Baños de Montanejos
Fuente de los Baños de MontanejosLa RazónLa Razón

La Fuente de los Baños, en Montanejos es, sin lugar a dudas, uno de los rincones naturales más bellos -y visitados- de la Comunidad Valenciana. Tanto es así que, hoy en día, si se desea visitar en temporada alta, se debe comprar entrada, para evitar una masificación excesiva.

El manantial de la Fuente de los Baños de Montanejos, con un caudal aproximado de 6.000 litros por minuto que permite al río Mijares recuperarse en parte de la merma que sufre aguas arriba en el desvío del curso a la presa de Cirat, es la joya de la población. Su agua fue declarada de utilidad pública por la Real Orden del 13 de octubre de 1863 y posee una temperatura constante de 25ºC facilitando así el baño durante todo el año (al menos, con esa temperatura, en una zona).

El lugar está, además, lleno de leyendas que invitan a disfrutar de su entorno natural y conocer las historias que en él aguardan. Una de ellas es la de los baños árabes de Abú Zayd en Montanejos, que dice que el gobernador árabe dio promesa de “juventud eterna” para las mujeres del harem de su corte, por lo que mandó construir estos baños.

En la actualidad, justo al lado de la preciosa piscina natural, hay una fuente de 7 caños que recuerda esta leyenda, donde además de dicha inscripción sobre Abú Zayd, pueden verse diversos retablos cerámicos con la Virgen de los Desamparados, el escudo de la población de Montanejos y la Virgen del Lledó.

Para muchas religiones el agua es un elemento importante de bendición, limpieza o pureza. En este caso, para el catolicismo el agua es uno de sus elementos más importantes asociados, principalmente, al Bautismo. Que se dispongan imágenes de Vírgenes en las fuentes o alrededores de los ríos no es más que una señal de que esa agua está “bendecida” y dispuesta para purificar, y dar «bautismo», a todo aquel que lo disponga. Es, pues, señal de que este lugar de Montanejos está bendecido bajo la advocación de la Virgen de los Desamparados y la Virgen del Lledó.