Historia
La Bastida de les Alcusses, el poblado ibero valenciano que solo duró 100 años
A pesar de su corta existencia, este yacimiento está considerado uno de los más importantes de España
Saber cómo era la vida en un poblado ibero de hace 2.300 años, es posible gracias a la investigación arqueológica desarrollada en yacimientos como el de La Bastida de les Alcusses, localizado en el término de la localidad valenciana de Moixent.
Ubicada en el extremo suroeste de la Serra Grossa, esta pequeña población ibera gozaba de una posición estratégica en la parte norte de la Contestania ibérica, que le permitía controlar la vía natural que comunica las tierras de la costa alicantina y curso bajo del río Vinalopó con la Meseta.
Conocido desde la primera década del siglo XX, fue objeto de excavaciones entre los años 1928 y 1931, a cargo del recién creado Servicio de Investigación Prehistórica y Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia. Estas intensas campañas descubrieron una parte importante de su estructura urbana, así como proporcionaron importantes hallazgos de carácter mueble, destacando varias planchas pequeñas de plomo con escritura ibérica y sobre todo, una figurilla de bronce que ha pasado a la posteridad como, El Guerrero de Moixent. A raíz de su importancia, el yacimiento fue declarado en 1931, Monumento Histórico Artístico.
El Museo de Prehistoria de Valencia reunió en una monografía publicada en 2011, el resultado de las campañas arqueológicas que han ido sucediéndose en diversas etapas y que han hecho de este poblado una de las mejores referencias para conocer el modo de vida de los íberos, incluyendo las especies de fauna y flora con las que convivieron. Uno de los datos más interesantes reside en su corta existencia, de apenas un siglo, truncada de forma violenta a mediados del siglo IV a. C.
El poblado alcanzaba una superficie de seis hectáreas, delimitada por una potente muralla reforzada con tres torres y dotada de cuatro puertas, una de ellas tapiada. De su fisonomía urbana destaca el conjunto de viviendas, agrupadas en manzanas y dispuestas a ambos lados de una larga calle. En estas viviendas se ha registrado una notable abundancia de hallazgos de diversa factura (vajilla doméstica, elementos de telar, aperos de labranza, armamento, etc.), que aportan datos de gran interés sobre la vida cotidiana de sus moradores.
La actividad económica fundamental se basaba en la agricultura y la ganadería. Su emplazamiento estratégico favorecía el intercambio de materias primas y productos manufacturados por objetos de prestigio, como las cerámicas griegas.
El Museo de Prehistoria de Valencia viene desarrollando en los últimos años una importante labor en materia de difusión de La Bastida de les Alcusses. El yacimiento se ha consolidado e incluso, se ha reconstruido enteramente una de sus casas. Está acondicionado para la visita y cuenta con una interesante oferta de talleres didácticos. Para saber cómo era la vida hace 2.300 años en el Pla de les Alcusses y la vall de l’Alforí de Fontanars, nada mejor que visitar La Bastida de les Alcusses.
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