Alicante a través de los ojos de René Bardin

El apellido Bardin está indisolublemente unido a Alicante, siendo como es un apellido francés. La Casa Bardin es, sin duda, un referente cultural y arquitectónico en la ciudad. Ubicada en el número 44 de la calle San Fernando, en paralelo a la Explanada, era un zona muy apreciada por la burguesía en el siglo XIX y en ella la familia Bardin decidió construir su residencia. A día de hoy impresiona ver la majestuosidad de un inmueble que terminó de edificarse en 1901, y que es la actual sede del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, que depende de la Diputación de Alicante.

Pero Bardin es también un apellido ligado a la historia del Hércules; no hay herculano que no sepa que el Estadio Bardin, ubicado en su día en el barrio de Benalúa en unos terrenos de la familia, fue la primera casa del equipo, y se inauguró en 1932.

Ahora y, gracias a una exposición de fotografía titulada «René Bardin, huella histórica de Alicante», se puede viajar en el tiempo hasta principios del siglo XX a través de imágenes inéditas cedidas por la familia Bardin. Son imágenes de la ciudad y de toda la provincia.

Y se puede descubrir también la figura de Théophile René Bardin, un empresario, humanista y diplomático que llegó a la ciudad huyendo de una plaga filoxera que afectaba a los viñedos familiares en Francia y en busca de cepas. Después se trasladaría a Alicante, enamorado de su clima y de una ciudad en plena ebullición comercial. Y echó raíces. Su legado para Alicante, no tiene precio.

El origen de la exposición -que ocupa el sótano del Palacio de la Diputación de Alicante y reúne imágenes 39 de la colección de la familia- es precisamente el centenario del Hércules. Así lo explica René Bardin a LA RAZÓN, bisnieto de Théophile René Bardin.«Al cumplirse el año pasado el centenario del Hércules, recuperé fotografías y le propuse al Instituto Juan Gil-Albert que hiciéramos una exposición; enseguida me dijeron que sí y ahora se ha organizado y se pude visitar en la Diputación», relata, muy emocionado al ver el cariño que la ciudad tiene a su familia.

«La exposición -añade- tiene un fondo sociológico muy importante porque se ve, por ejemplo, el paso del trabajo manual a la incorporación de las máquinas o cómo se vivió en Alicante, en plena Explanada, la proclamación de la Segunda República, el día 14 de abril de 1931; se ve en las imágenes una explosión de alegría».

En «René Bardin, huella histórica de Alicante» es una razón para conocer la trayectoria vital de Théophile René Bardin. Nacido en Douai, al norte de Francia, en 1858, se convirtió, tras su llegada a Alicante, en un influyente empresario. Hombre con muchas facetas, fue cónsul honorario, además de empresario vinícola, y uno de los fundadores del Colegio Francés. De su legado patroimonial destaca, además de la Casa Bardin, la Finca Villa Marco, ubicada en El Campello. No hay que olvidar que jugó también un papel fundamental en la estabilización del Club de Regatas de Alicante.

La mayoría de las fotos de la colección familiar han sido custodiadas por sus descendientes Rocío René Mille y René Bardin, están realizadas por el propio Théophile René Bardin Delille.

Al inaugurar la muestra, el diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, destacó que «la Diputación da un paso importante en la promoción de nuestro legado cultural y al mismo tiempo conmemora la figura de un alicantino de corazón que dejó una importante huella en la provincia a través de sus aportaciones empresariales, sociales, culturales o deportivas, entre otras».

La exposición para conocer Alicante a través de la mirada de René Bardin se puede visitar en la Diputación hasta el 30 de abril.