Los diez lugares que no debes perderte en Alicante si visitas la ciudad por las Hogueras

Alicante está en plena celebración de las Hogueras de San Juan, las fiestas grandes de la ciudad, en las que la música, la pólvora y los monumentos toman literalmente las calles entre el 20 y el 24 de junio. Para todas las personas que visiten la ciudad con motivo de las Hogueras, hay planes de ocio alternativos a los de las fiestas y, por supuesto, rincones y plazas con encanto así como monumentos de parada obligatoria.

El monumento más visitado es el Castillo de Santa Bárbara, una fortaleza que se eleva a 166 metros del mar encima del monte Benacantil; las vistas sobre la bahía y la ciudad son únicas. El origen del castillo se remonta a finales del siglo IX, época de la dominación musulmana.

El castillo es una seña de identidad de Alicante al igual que la playa del Postiguet; ubicada al lado del puerto, las altas temperaturas del mes de junio permiten ya bañarse en el mar. Está perfectamente equipada con sombrillas y hamacas, lavapiés, puesto de socorristas, zonas de juegos infantiles y hasta un chiringuito en plena arena.

Muy cerca de la playa del Postiguet está laplaza del Ayuntamiento, también de visita obligada, al igual que el edificio del Consistorio, un palacio barroco del s.XVIII que llama la atención por su imponente fachada. En esa plaza se encuentra la Hoguera Oficial, un monumento titulado Geoda que simboliza el resurgir de las fiestas después de la pandemia del Covid-19.

A espaldas del Ayuntamiento se puede visitar la plaza de la Santísima Faz, una de las más pintorescas de la ciudad en la que llaman la atención las palmeras, árbol propio de la ciudad; es un lugar idóneo para sentarse en una de las terrazas y disfrutar de la brisa del mar al atardecer.

Se trata de un plaza que es también entrada al Casco Antiguo de la ciudad; otro de los lugares con mayor encanto de Alicante. Es un barrio que se ha convertido en zona de bares y ocio nocturno, mientras que por el día es un lugar tranquilo, perfecto para pasear alejados del bullicio de otras zonas de la ciudad.

En el Casco Antiguo se encuentra la Concatedral de San Nicolás de Bari, un templo que también merece la pena conocer y que se construyó en el siglo XVII, entre los años 1616 y 1662. En las inmediaciones de la Concatedral hay terrazas, bares y restaurantes, por lo que es un lugar muy agradable para sentarse y disfrutar de la historia de la ciudad.

Otro rincón mágico de Alicante es la Iglesia de Santa María, la más antigua y bonita de la ciudad, del siglo XIV. Está ubicada en la plaza del mismo nombre, muy cerca del Ayuntamiento, y es una zona muy tranquila para disfrutar del atardecer de la ciudad.

Otro de los rincones con mayor encanto es la plaza de Gabriel Miró, popularmente conocida como plaza de Correos al estar ubicado allí el edificio de Correos. Es una plaza en la que destacan por encima de todo sus árboles por sus dimensiones; hay ficus enormes y olmos centenarios que hacen que la penumbra se apodere de la plaza.

Además, de todos los edificios de Alicante el que destaca por su arquitectura y por sus dimensiones es el Mercado Central. Ubicado en la avenida de Alfonso X el Sabio, llama la atención por su inspiración modernista de principios del siglo XX. El proyecto inicial del edificio corresponde al arquitecto José Guardiola Picó, si bien sus remates son de Juan Vidal, otro referente en la ciudad. En su interior hay puestos para comprar así como otros para degustar tapas y bebidas.

Para los amantes del arte, el Museo Arqueológico Provincial de Alicante, Marq, es una buenísima opción y más ahora que alberga la exposición “El legado de las dinastías Qin y Han. China”, en la que se exhiben ocho guerreros de terracota de Xian y caballo.