El desgaste de la DANA
Amenaza de fractura del PP valenciano bajo la sombra de Mazón
Camps moviliza al partido del pasado en contra del criterio de Génova
Este mes se cumplen 30 años de la entrada del PP en la Generalitat valenciana. Los populares encadenaron, durante dos décadas, victoria tras victoria hasta que el socialista Ximo Puig llegó la Presidencia de la Comunidad Valenciana. Fueron dos legislaturas del Gobierno del «Botànic», una coalición de izquierdas que Carlos Mazón consiguió derrotar al primer intento.
El viento soplaba a su favor hasta que el 29 de octubre una terrible DANA arrasó la provincia de Valencia. Murieron 228 personas. La gestión de las horas previas a la riada ha provocado un innegable desgaste en el presidente Mazón. Y Francisco Camps, quien hace ya casi un año que regresó a la vida pública tras cerrar su «calvario judicial», no ha dudado en salir a reivindicar que el PP no puede quedarse parado.
Así que para hoy ha convocado un acto que tiene como pretexto celebrar el feliz aniversario del inicio de la etapa dorada de los populares en la comunidad, pero es obvio que hay mucho más detrás. Su objetivo es reunir a alrededor de mil personas. La última vez que organizó un acto similar fue en julio del año pasado. ¿La excusa? Celebrar su victoria en los tribunales. Congregó a 500, ninguna de ellas con cargos de relevancia en el partido.
A última hora de ayer, comenzó a comentarse la posibilidad de que Mazón asistiera junto con el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó. Al parecer, se difundió esta información falsa para tratar de congregar a más asistentes.
La estrategia de Camps
«¡Qué grandes fuimos! ¡Hicimos cosas extraordinarias!», «¡Queremos volver a conseguirlo!», proclama Camps en un video con el que promociona el encuentro que tendrá lugar hoy en el edificio Veles e Vents, uno de esos emblemas de la transformación que el PP dio a la ciudad de Valencia.
Que el expresidente de la Generalitat valenciana quiere volver a la política, no es ninguna novedad. Primero se postuló, sin éxito alguno, para ser candidato a la Alcaldía de Valencia. De esta pretensión sobre la que insistía hace apenas tres años, ya no queda ni rastro. Ahora apunta hacia el ámbito autonómico.
En el PPCV no es que preocupen sobremanera los movimientos de Camps, pero es obvio que tampoco gustan, pues el momento es extraordinariamente complicado para el partido.
La instrucción de la DANA hace imposible que los focos salgan de la Comunidad Valenciana. Es lo único que trasciende, y eso, es un problema para el PP.
Con todo, sería demasiado pronto para decir que el partido está dividido. No ha habido, por el momento, ni un solo dirigente popular que haya querido mostrar en público que existe una necesidad de llevar a cabo un cambio. En privado, no obstante, es otra cosa. No viven en una burbuja y se preguntan durante cuánto tiempo se podrá mantener esta situación.
Durante los últimos meses, el expresidente Camps se ha dedicado a reunir a militantes de base y a los que vivieron ese pasado en el que los populares valencianos no conocían la derrota.
Eso sí, Camps no se ha postulado oficialmente como candidato a liderar una hipotética alternativa a Mazón, pero está claro que quiere tener mucho que ver en su sucesión. Para el exjefe del Consell, el partido «está roto» y reitera incansablemente que los populares tienen que comenzar a mover ficha cuanto antes.
Y Génova, que es quien tendría que bendecir este movimiento, se mantiene inmóvil.
Ni buscó acomodo a Camps tras quedar exonerado de la decena de causas que se abrieron contra él, ni alienta este movimiento.
Fuentes del PP valenciano remarcan que, si estuviese pensando ahora mismo en esta opción, lo que haría sería dar vía libre a la celebración de un congreso antes de verano, tal y como correspondería si se siguiese el calendario establecido. Sin embargo, esta opción se da completamente por descartada, aunque nada impediría que pudiera activar la maquinaria cuando lo considere conveniente.