Sucesos
El canónigo asesinado en Valencia instruía la canonización de 250 mártires de la Guerra Civil
El canónigo de la Catedral de Valencia fue hallado muerto en su casa con signos de asfixia
El sacerdote Alfonso López Benito, canónigo emérito de la catedral de Valencia, y Juez delegado en las causas de canonización de 250 mártires de la pasada Guerra Civil, trabajo que le valió que el cardenal Antonio Cañizares le elevara de canónigo de la Colegiata de san Bartolomé a la catedral de Valencia. Su cuerpo fue hallado el lunes muerto en su casa con evidentes signos de violencia, asfixiado principalmente.
Alfonso López Benito era Licenciado en Derecho Civil por la Universitat de València y en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca y Doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense (Roma) Institutum Utriusque Juris. Escribió varios libros y su opera magna fue "Las causas de canonización. Comentarios a la instrucción Sanctorum Mater", aprobada en 2007 por la Congregación de las Causas de los Santos en la que se aborda el procedimiento instructorio diocesano o parroquial en las causas de los santos”, libro que fue editado por la Facultad de Teología "San Vicente Ferrer" de Valencia, de donde fue profesor, siendo presentado en un acto presidido por el entonces arzobispo de Valencia y Gran Canciller de la Facultad, Carlos Osoro.
El sacerdote tenía 85 años de edad y al cumplir los 80 pasó a la situación de emérito como es costumbre en el Cabildo. Pertenecía en origen a la Compañía de Jesús, al igual que un hermano suyo también sacerdote, de nombre Miguel, destinado en Gandía, donde está el Palacio Ducal de san Francisco de Borja. Era un hombre inteligente y trabajador. De joven perteneció a la Congregación Mariana del Patronato de la Juventud Obrera, obra social cultural destinada a jóvenes obreros, y que regían el Teatro Talía. El famoso Teatro Patronato, donde actuó como actor, es hoy el Escalante, en ruinas en manos de la Diputación de Valencia. Cuando fue entregado en alquiler el Teatro Patronato al gobierno socialista de la Diputación de Valencia, años 80, encabezó una fuerte campaña en contra de esa cesión.
Muerto hace varios días
El trágico suceso ha ocurrido en el actual domicilio del sacerdote, calle Avellanas, junto al palacio Arzobispal, edificio donde está la sede de la Delegación de Misiones. Un amigo del sacerdote le notó en falta hace varios días y acudió al inmueble, hablando con el portero. Al no responder, llamaron a la Policía y al entrar en la casa se lo encontraron vestido sobre la cama muerto, al parecer de hace tres o cuatro días, y signos de haber sido estrangulado y asfixiado.
La policía inició las investigaciones in situ. El portero había recibido unos días atrás un "whatshapp" del fallecido diciéndole que iba a ausentarse unos días de la casa, por si lo notaba a faltar. Precisamente, este lunes pasaba por delante de su casa la procesión de san Vicente mártir, a la que acudía siempre revestido de hábito coral con el Cabildo catedralicio.
La policía no encontró signos de haber sido forzada la puerta ni robado el domicilio, lo que señala que quien perpetrara el crimen entró de buen grado o le abrió la puerta sin problemas por ser conocido.
El cadáver fue descubierto a la una de la tarde y a las dos se lo llevaba el furgón fúnebre camino del depósito de cadáveres para la práctica de la autopsia, después de que lo autorizara el juez que hizo el levantamiento del cadáver. Por las heridas vistas a primera vista, pudiera calificarse que el hecho fue hecho con especial ensañamiento por parte del autor y que previo al estrangulamiento le propinó una fuerte paliza.
Identificado el autor
La policía no descarta ninguna hipótesis, aunque está siguiendo una línea preferentemente, la de los jóvenes algunos con antecedentes penales y policiales a los que ayudaba, que solían acudir a su domicilio, especialmente uno que ya ha sido identificado, que podría tener relación con la droga, al cual se le está buscando. Este habría causado en otras ocasiones molestias en la vecindad cuando acudía a la casa y no estaba el sacerdote. En distintas cajas, la policía científica se llevó varios objetos del domicilio donde aparecerían sus huellas. Uno de los objetos incautados fue el teléfono móvil del sacerdote, desde el que el autor del asesinato pudo haber hecho varias llamadas para hacer creer que estaba vivo a sus amistades. Este dato es el más indicativo de que quien es el asesino conocía muy bien a su víctima. Todo apunta a que está muy centrada la autoría del hecho.
El arzobispado en una fría y lacónica nota, como distanciándose de todo, ha comunicado el «fallecimiento de Alfonso López Benito, canónigo emérito de la Catedral de Valencia, del que hemos tenido conocimiento a través de la Policía Nacional y medios de comunicación». "Estamos a disposición de las autoridades por si la colaboración del Arzobispado pudiera servir para el esclarecimiento de los hechos. Trasladamos nuestras condolencias a la familia".
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