Gastronomía

Cuenca seduce a Valencia con cuchara y tenedor, como destino turístico de cercanía

La gastronomía conquense se planta en el Veles e Vents y convence a sus potenciales visitantes

Degustación en Veles e Vents
Degustación en Veles e VentsMiquel Ángel Font

La encantada y encantadora ciudad de Cuenca se plantaba esta semana en Valencia con sus autoridades y sus mejores chefs, para seguir seduciendo a los valencianos esta vez a través de sus deliciosos reclamos culinarios.

La embajada conquense desplegaba sus mejores galas gastronómicas a orillas del Mediterráneo ante sus potenciales visitantes de todo el año, como un destino consolidado, cercano y accesible, gracias a las conexiones tanto por carretera como por la alta velocidad.

Cuenca está ejerciendo durante 2023 como Capital de la Gastronomía de España y todos los encantos que le han hecho merecedora de tal honor saltaban a la vista en el evento ‘Cuenca como destino gastronómico de Levante’, celebrado en el Veles e Vents de La Marina de Valencia, con el objeto de proyectar ante uno de sus principales mercados emisores, el valenciano, su riqueza gastronómica y turística.

La embajada gastronómica de Cuenca en Veles e Vents
La embajada gastronómica de Cuenca en Veles e VentsLa Razón

Así lo explicaba el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, que presidía el acto institucional previo o el presidente de la Agrupación de Hostelería, José ManuelAbascal, convencidos de que iban a ganar nuevos visitantes y nuevos paladares, ante los asistentes invitados, entre los que se encontraban instituciones, prensa sectorial, influencers, asociaciones gastronómicas y touroperadores valencianos.

Terminados los discursos y en hora de comer, esos mismos invitados tomaban asiento en la terraza de Levante, de la tercera planta del Veles e Vents, donde se percibían los aromas de la cocina conquense, que corría a cargo de los mejores chefs de la provincia que “encendieron” los fogones con vistas a La Marina mediterránea, provocando un espectáculo en vivo, en el que despertaban y entraban en juego los cinco sentidos.

Una experiencia de cocina en vivo con profesionales procedentes de siete establecimientos de la provincia de Cuenca, junto a una exposición con degustación de productos de “Donde nacen los sabores”, destacando los embutidos artesanos, vinos, aceites de oliva virgen extras, quesos, ajos o dulces tradicionales, entre otros.

Jorge Susinos, de La Martina Espacio Gastronómico de Tarancón, sorprendía a los paladares con un guiso de pochas con faisán y níscalos, que destacaba por la textura del fondo trabado y la jugosidad de la carne de ave. Alfonso Fernández del restaurante Cocedero de mariscos de Tarancón, hacía suspirar con unas gachas manchegas con un toque propio a base de pulpo a la parrilla e hilos de chile, dejando claro que la vanguardia se entremezcla con la tradicional de forma magistral en la oferta conquense.

Por su parte. los chefs Isabel e Ismael Castillejo, se presentaban con un ajo arriero con el toque personal que le dan en el Mesón Sierra Alta en Vega del Codorno; desde el Hotel Restaurante Moya, de Landete, Mari Carmen Gimeno ofrecía un finísimo paté de perdiz que generaba colas entre los asistentes, compitiendo con el revuelo que generaba el riquísimo timbal de setas silvestres en fresco de Dolores Gil y Francisco Ibáñez del Restaurante La Muralla, que ponían en valor la gran riqueza micológica que tiene Cuenca como reclamo turístico de temporada en sí mismo. Lo acompañaban de higos confitados y lomo de ciervo escabechado sobre crema de pataca, que también suscitaba las alabanzas y el interés de los presentes por la calidad de la carne de caza y la singularidad de los tubérculos de las patacas.

La aplaudida embajada de sabores se completaba con los cocineros llegados de la capital en parejas, como Iván Ortega y Enki López, del restaurante Kadon, que elaboraban a la vista un jamoncito de codorniz al romero con velouté de ave y humus de almortas con un curioso falso torrezno de textura impecable, mientras que Pablo Roca y Oriol Rubio de La Plazería, interpretaban la cercanía al mar con un chipirón en su tinta que fue otra de las delicias del día acompañadas con pan, por la maravillosa salsa elaborada.

La jornada, regada con buenos vinos del terreno anfitrión, dejó de manifiesto el enorme potencial gastronómico de Cuenca, y cómo y porqué se ha convertido en destino gastroturístico de calidad y con nombre propio y como opción de escapada de fin de semana para el público valenciano