Opinión

La DANA y el 'clic' colectivo

La catástrofe ha dinamitado la creencia colectiva inconsciente del funcionamiento del Estado

L'ELIANA (VALENCIA), 31/10/2024.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), acompañado por la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant (i), el president de la Generalitat, Carlos Mazón (2i), y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé (d), visita este jueves el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) de la Comunitat Valenciana, desde el que se coordinan las labores de emergencia en las zonas afectadas por la dana. EFE/ Kai Försterling
l presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visita el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) de la Comunitat ValencianaKai FörsterlingAgencia EFE

Nací en el año 1983. Soy hija de una generación orgullosa de su clase política. Vivieron parte de la dictadura y la ejemplar actuación posterior de unos partidos que, durante la llamada Transición, fueron capaces de sentarse a reconstruir la España postfranquista, de la que nació el actual Estado de las autonomías, conformado por la coordinación del Gobierno central, con las comunidades autónomas y las autoridades locales.

Cuando más se les necesitaba, los políticos estuvieron a la altura de las circunstancias y de un momento histórico en el que se les exigía, nada más y nada menos, que construir una democracia.

He crecido, por lo tanto, como toda mi generación, con la creencia inconsciente de que el Estado, cuando verdaderamente se le necesita, en situaciones de crisis extremas, olvida lo accesorio y se centra en lo verdaderamente importante: salvar al pueblo.

La creencia colectiva vino a confirmarse durante la pandemia. Independientemente de las opiniones personales sobre la gestión de las fases, de los confinamientos, del reparto de material sanitario y de que, por supuesto, hubo decisiones acertadas y desacertadas en todos los niveles, que también costaron vidas humanas, había una sensación general de funcionamiento del engranaje estatal.

Sin embargo, el pasado 29 de octubre algo se rompió para siempre. La DANA del pasado 29 de octubre no solamente se ha llevado por delante a la provincia de Valencia. Ha arrollado un sistema de creencias colectivo. La DANA que la semana pasada nos rompió el corazón a 5 millones de valencianos, y a 48 millones de españoles, no solamente se ha llevado a más de 200 de nosotros, y los que siguen desaparecidos, sino que ha destruido un imaginario colectivo en el que los políticos, al final, se olvidaban de las siglas y hacían su trabajo. La DANA del pasado 29 de octubre, a cuyos efectos hemos asistido los valencianos en directo, con una sensación de desamparo que jamás habíamos experimentado antes, ha sido un 'clic' colectivo, del que seguramente no hay vuelta atrás.

Es posible que me equivoque, y dentro de unos meses nada haya cambiado. Pero algo me dice que esta catástrofe marcará un antes y un después, un punto de inflexión quizás comparable al de 1978.