Nuevo ciclo político
La dimisión de Mazón: admite errores, da un paso atrás y señala a Sánchez
El presidente, ahora en funciones, mantiene su acta como diputado y, por tanto, el aforamiento

Desde las 14:51 horas de ayer Carlos Mazón ya es presidente en funciones. Un año y cinco días después de la dana que arrasó Valencia y acabó con la vida de 229 personas, el jefe del Consell ha dado un paso atrás. De momento, mantiene su acta de diputado, lo que le permite conservar su aforamiento.
Su renuncia abre así un proceso inédito en la historia de la política valenciana, pues si bien es la tercera vez que ocurre, Eduardo Zaplana dimitió para ser ministro de Trabajo con José María Aznar y Francisco Camps tras su imputación por el «caso de los trajes», en todos estos casos, el PP tenía mayoría absoluta para investir con sus votos a otro presidente.
Precisamente a esa mayoría «viva, vigente y en marcha» apeló Mazón ayer para que las políticas que se han puesto en marcha tengan continuidad.
Además, dijo estar complemente seguro de que el nuevo presidente podrá liderar la reconstrucción e incluso que su marcha hará posible que la tragedia adquiera «la objetividad que requiere».
En su intervención, que duró poco más de veinte minutos, admitió haberse quedado sin fuerzas para seguir. «Ya no puedo más», dijo haciendo una revelación que había callado hasta ahora.
«Ha habido momentos insoportables para mí, pero sobre todo para mi familia. Creía de corazón que me sería más fácil demostrar desde esta atalaya lo que ocurrió en la gestión de la emergencia. La información de la que no dispusimos, las ayudas que no llegaron y, sobre todo, que podría ayudar a levantar esta tierra después de la devastación».
Sorprendió el aplomo con la que trasmitió estos mensajes, como si llevase tiempo preparándose mentalmente para un momento que su entorno negó hasta este mismo sábado.
Es más, durante los últimos meses siempre se ha transmitido el mensaje de que seguía adelante. La Generalitat tenía unos presupuestos aprobados y trabajaba para tener las cuentas de este año listas en tiempo y forma e incluso se permitió avanzar hace más de dos meses que esta misma semana nombraría un nuevo equipo de Gobierno tras la anunciada salida del vicepresidente segundo para la Reconstrucción, Francisco Gan Pampols. Todas estas previsiones no valen ahora para nada.
Es más, horas después de su intervención, desde Presidencia de la Generalitat se confirmaba que, tras presidir el pleno del Consell que se celebrará hoy en Alicante, rebajaría el ritmo de su agenda y que seguiría las indicaciones de su médico, dejando así entrever que el estado de presión al que ha estado sometido en el último año podría conllevar una baja médica que, entre otras cuestiones, le libraría de hacer acto de presencia en Les Corts o de comparecer en las comisiones de investigación.
Liberador, por tanto, debió ser admitir más claramente que nunca que había cometido errores. «Voy a vivir con ellos toda mi vida». Ni siquiera en su primera comparecencia en Les Corts realizó un repaso tan claro de todo lo que hizo mal. Aquel día ligó su futuro político a la reconstrucción. Ayer, pese a que presumió del ingente esfuerzo que ha realizado la Generalitat valenciana con escaso apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez, justificaba su salida para que su presencia «no sea la excusa perfecta para ocultar la asunción de responsabilidades del Gobierno».
Lamentó no haber dado las explicaciones «a tiempo» de lo que hizo aquella tarde y no haber suspendido su agenda, pues esto provocó que se generaran toda clase de bulos «muy dolorosos». También dijo que debería haber pedido la declaración de emergencia nacional, tal y como le aconsejó el propio Alberto Núñez Feijóo.
En este punto, Mazón admitió haber sido «ingenuo» y dijo que se arrepentía de haber recibido de forma amable al Gobierno.
Con todo, el todavía jefe del Consell, aprovechó para reiterar que las agencias estatales no acertaron en la previsión. «La CHJ certificó a mediodía que el barranco del Poyo estaba seco, era inimaginable que unas pocas horas después pasara de estar seco a ser una trampa mortal».
Mazón insistió en que el Gobierno dejó abandonado a los valencianos los días posteriores de la dana, y que seguía sin implicarse en la reconstrucción. «Queríamos más ayuda, la pedimos y jamás la recibimos».
Para el final de su intervención dejó una frase de interpretación libre. Se atrevió a pedir un último favor al pueblo valenciano, «espero que cuando pase el ruido la sociedad pueda distinguir entre un hombre que se ha equivocado y una mala persona». Quien quiera entender, que entienda.