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Ni cortinas ni mamparas: la tendencia de decoración que se impone en los baños modernos

Los baños actuales están abandonando elementos de siempre para ganar luz, continuidad y sensación de spa en casa. Te contamos la tendencia que está conquistando hoteles y viviendas

Ni cortinas ni mamparas: la tendencia de decoración que se impone en los baños modernos
Ni cortinas ni mamparas: la tendencia de decoración que se impone en los baños modernosUnsplash

El baño contemporáneo dice adiós a las barreras. La nueva apuesta son duchas abiertas que prescinden de cortinas y mamparas para ganar amplitud visual, continuidad y un aire de spa en casa.

Se trata de integrar la zona de ducha en el propio pavimento del baño, sin cerramientos. El agua se conduce mediante una ligera pendiente hacia un desagüe (normalmente lineal) y todo el espacio se reviste con materiales impermeables y antideslizantes. El resultado es un plano continuo, sin perfiles ni juntas visuales, que hace que el baño parezca más grande y luminoso.

Por qué se está imponiendo esta tendencia

La eliminación de elementos visuales (barras, plásticos, marcos) limpia el campo de visión y multiplica la sensación de orden. Además, facilita el acceso (sin peldaños), reduce puntos de suciedad y encaja con la estética minimalista que domina viviendas y hoteles: superficies lisas, líneas rectas y pocos objetos a la vista. También suma funcionalidad en baños pequeños, donde cada centímetro cuenta.

Cómo se controla el agua (y las salpicaduras)

La clave es la pendiente y el punto de caída. Un desnivel de 1–2% hacia un canal lineal o punto oculto, junto a un rociador bien posicionado (idealmente cenital y no pegado al borde), evita que el agua se “escape”. Muchos proyectos añaden un murete bajo o un panel fijo muy estrecho (sin perfilería) como salpicadero discreto que no rompe la idea de apertura.

Para una ducha verdaderamente abierta, apunta a mínimo 120 por 90 centímetros. En baños muy compactos, una pieza de 100 por 80 centímetros con buen drenaje y un rociador más contenido puede funcionar. Si convives con peques o prefieres algo de contención, un panel fijo estrecho (60 a 80 centímetros) mantiene el concepto sin convertirlo en “mampara” tradicional.

¿Es para todos los baños?

Funciona especialmente bien en reformas integrales y en plantas bajas o forjados que permitan empotrar la ducha para crear la pendiente. En viviendas con poca altura disponible o instalaciones antiguas, un plato extraplano a ras de suelo es una alternativa visualmente muy similar. Si el baño es diminuto o muy concurrido, valora el panel fijo estrecho para controlar el agua sin renunciar a la estética abierta.