Turismo
Este es el pueblo costero de Alicante menos conocido y con playas paradisíacas
Está al norte de la provincia y conjuga un mar turquesa, con naturaleza salvaje y patrimonio cultural
Existe un pueblo en la comarca alicantina de la Marina Alta, Benissa, que es un paraíso sobre el mar Mediterráneo. Tiene unas playas y unas calas paradisíacas con aguas turquesas que nada tienen que envidiar a las playas del Caribe.
Una de esas playas es la playa de La Fustera, dominada por praderas de Posidonia, es la reina de los fondos marinos y destaca también por su arena fina y natural. Muy cerca de La Fustera está Cala Pinets, dividida en una parte de arena y otra de roca.
Otra de sus playas la de l’Advocat, de aguas turquesas y con un chiringuito, perfecto para refrescarse y mitigar el calor. La cala más tranquila y salvaje es la Cala de Llobela que se caracteriza por su fondos marinos y por su entorno, con una vegetación de pinos que llega hasta la misma orilla del mar.
Otra de sus joyas es Cala Baladar, con unas vistas maravillosas sobre el Mediterráneo y ubicada entre acantilados y pinos.
Arte rupestre
En Benissa, además, el hombre ha dejado su huella desde la prehistoria y de hecho por ahí han pasado íberos, romanos, árabes y cristianos. Algo que quedó reflejado en pequeñas pinturas rupestres que evidencian que los asentamientos humanos se remontan hasta el Neolítico.
Que los romanos vivieron en Benissa está documentado por los restos de monedas y ánforas hallados en el fondo del mar. Hay que tener en cuenta además que, tras la expulsión de los moriscos en 1609, Benissa fue repoblada por personas que llegaron de Pirineos, Cataluña y Aragón. De esa época son las murallas que rodean la ciudad, de las que aún quedan restos.
Por sus calas, playas y naturaleza y por su patrimonio histórico y cultural, Benissa es sin duda un paraíso en el norte de la provincia de Alicante.
✕
Accede a tu cuenta para comentar