Tradiciones

El mes de los Cristos de los pueblos valencianos

La procesión del Cristo de El Palmar es una auténtica pieza de filmografía mediterránea

Romería del Cristo de El Palmar
Romería del Cristo de El PalmarB.B.

El mes de agosto es, por lo general, el mes de los Cristos en los pueblos valencianos. Los principales ocupan los primeros días del mes teniendo por eje el 6 de agosto, la Transfiguración del Señor.

No hay pueblo que su topónimo comience por Al o Beni que no tenga una singular, especial y fuerte devoción a un advocación de Cristo (de la Providencia, de la Fe, de la Salud,…), que procede de la fuerte pastoral cristológica que desarrolló la Iglesia entre los valencianos de religión islámica tras la conquista del Reino Moro de Valencia por las tropas cristianas del rey Jaime I de Aragón y durante el fuerte período de colonización arábiga del territorio.

Sustituir la fe de Mahoma

Dicha pastoral estaba destinada a sustituir la fe en Mahoma por la fe en Jesucristo. Especialmente intensa fue esta estrategia en el siglo XVII, con el arzobispo Juan de Ribera, de tal manera que cuando nos encontramos en un pueblo que hay una fuerte devoción popular por un Cristo, más que por una advocación mariana, nos está remitiendo a que dicho pueblo hunde profundamente sus raíces en la cultura musulmana y que costó de ser ganado para el cristianismo. O lo que es lo mismo, que fue un pueblo muy moro.

Citemos dos ejemplos. En Aldaya, como en tantos otros pueblos, el Cristo tiene una ermita aparte de la Iglesia Parroquial –ermitas por lo general alzadas sobre las mezquitas que los valencianos islámicos tenían en los campos, muchas de ellas mirando al sudeste, a la Meca, posición que no pocas aún conservan.

Los valencianos de religión musulmana tenían muchas mezquitas muy cerca de sus tierras de labor, para no perder el tiempo en desplazamientos para los rezos.

En Almàssera, aún no hay patrona, sólo tienen patrón, un Cristo doble que se llama de la Fe y la Providencia, fruto de la unificación de las advocaciones distintas de dos Cristos, el que estaba en el templo parroquial y el del cementerio.

El Cristo de El Palmar, filmografía mediterránea

Aunque es una tradición de hace pocas décadas a raíz de una visita de la Virgen de los Desamparados que subieron a una barca, y copiaron la idea para su patrón, singular procesión es la que cada 4 de agosto hacen los de El Palmar en honor a su Cristo a la Salut, al que embarcan hacia el «lluent» (centro del lago), desde donde el párroco en nombre de todos le pide bendiga la maltrecha Albufera, incluso mucho antes que el Papa Francisco proclamara su carta encíclica «Laudato Si», canto a cuidar de la Naturaleza creada por Dios. En sus Gozos se le canta porque «Sois médico que asegura/ la salud más verdadera/ el hombre que en Vos espera/ Halla de su mal la cura/ ya que lo habéis librado/ de la dolencia mayor./Dad salud al que, postrado,/ os lo pide con fervor».

Es ésta una de las romerías procesiones más singulares de las tierras valencianas y su religiosidad popular. Una auténtica pieza de la filmografía mediterránea, una película entre felliniana y viscontiniana. Un alarde de imaginación y creatividad, de amor y devoción de las gentes de El Palmar. Imagen, clero, monaguillos, autoridades, banda de música, pueblo en general, surcan las tranquilas barcas de la laguna en procesión donde se reza por la salud de la gente y de la Albufera.

A pesar de que los políticos llueven ese día sobre El Palmar para hacerse la foto de rigor, poco o nada ayudan al Cristo a hacer algo positivo por la Albufera, menguada por aterramientos y contaminación, falta de colector perimetral que evite su contaminación, y sobre todo falta de aportes de agua de calidad.