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Música

El último verano musical en Valencia sin el Roig Arena

El recinto llegará en septiembre para revolucionar una ciudad que necesita espacios con grandes aforos y que no molesten a los vecinos

El Roig Arena muestra el resultado de las veinte capas de aislamiento acústico Miguel Ángel PoloEFE

Valencia va a vivir este año su último verano musical, ese en el que asistir a los numerosos conciertos que plagan distintos enclaves de la ciudad estos meses, sin el que está llamado a ser el auditorio que revolucione las grandes actuaciones multitudinarias como es el Roig Arena, el futuro recinto impulsado por el empresario Juan Roig. Lo dicho. El futuro espacio, que abrirá sus puertas el próximo 6 de septiembre, llega para cambiar las reglas del juego de la música en vivo en la capital del Turia. Al menos, para ofrecer otra alternativa a los artistas que durante estos meses vienen a Valencia a ofrecer sus giras en lugares como la Plaza de Toros, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Estadio del Levante UD Ciutat de València o la Marina Sur.

Estos tres espacios, junto con Viveros -donde ya van a arrancar los conciertos- son los espacios donde habitualmente tienen lugar las citas más solicitadas para el público. Por ejemplo, la ciudad de las Artes y las Ciencias se suele reservar a los grandes festivales como el de Les Arts o el reciente BigSound, que justo se ha celebrado este fin de semana. La Plaza de Toros o la Marina también forman parte de ese circuito, pero su aforo es muy menor al de la Ciudad de las Artes. Ahí suelen llevarse a cabo conciertos que no dejan de ser multitudinarios pero que no concentran a tantas personas como la Ciudad de las Artes. En el enclave diseñado por Santiago Calatrava también tienen lugar conciertos con gran afluencia de gente. Pero en la actualidad, este recinto tiene tras de sí un problema que, inevitablemente, limita su actividad -o que busca frenarla-. Los vecinos que viven alrededor del complejo han denunciado el ruido que provocan estos macroconciertos. Es más, han llevado el problema a los tribunales y apuntan al Ayuntamiento para que trabaje en la defensa del derecho al descanso de los residentes en la zona. Es más, estos vecinos no sólo denuncian el ruido, sino también las molestias que provocan, sobre todo basura y orines, este tipo de conciertos (los habitantes de este barrio también denuncian los inconvenientes que les supone la discoteca que hay en la zona).

El Estadio Ciutat de València o la Marina Sur son también espacios en los que tienen lugar conciertos para miles de personas. Precisamente, para este mes de julio, por ejemplo, se esperan el del cantante de música urbana Myke Towers (el día 27 en la Marina) o el del grupo Arde Bogotá (el día 26 en el campo de fútbol del Levante UD). Sin embargo, su aforo es reducido si se tiene en cuenta que el Roig Arena, cuando abra sus puertas, podrá albergar citas con 20.000 asistentes. En ambos casos, sobre todo la Marina Sur, están bastante alejados del núcleo urbano. No pasa igual en la Plaza de Toros, que, aunque no concentra las quejas de los vecinos como ocurre en la Ciudad de las Artes, también tiene un aforo para, en el mayor de los casos, unas 7.000 personas.

Es más, los promotores musicales llevaban años reclamando un espacio que concentre un mayor aforo en Valencia para, así, que grandes nombres internacionales que necesitan de grandes recintos pudieran recalar en la ciudad del Turia, más allá de Madrid y Barcelona, y que imitara a grandes recintos como hay en Sevilla y Bilbao, donde también acuden estas giras de gran tamaño (y que para financiarlas hay que vender muchas entradas). Por ello, el Roig Arena, que no sólo tiene un espacio para esos conciertos de 20.000 personas sino también una sala para actuaciones más reducidas, unos 2.000 asistentes, llegará para revolucionar una ciudad que anhela un espacio que conjugue todos estos factores: bien comunicado, que no moleste a los vecinos y que, además, pueda convencer a las bandas internacionales y a las grandes giras que Valencia debe estar en sus agendas.

No obstante, el fantasma de las quejas vecinales del entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias está presente en los responsables del Roig Arena. También, lo que ha ocurrido en enclaves como el Santiago Bernabéu en Madrid, donde muchos artistas han tenido que cancelar allí sus conciertos por la presión de los residentes. Así que el Roig Arena ha realizado muchas pruebas de sonido -e, incluso, ha invitado a asociaciones de vecinos de la zona-en las que se pone de manifiesto cómo fuera del recinto no se escucha la música que en el interior llega a los 104 decibelios.

Así que, en septiembre abrirá el Roig Arena. Concretamente lo hará con un homenaje a Nino Bravo con más de 14 artistas. Después llegarán Camilo, Manuel Carrasco y Sebastián Yatra. Serán el broche final al verano musical de Valencia que el año que viene ya contará con el Roig Arena.