Sanidad

La nueva ola de COVID provoca fiebre de más de 38ºC, pérdida de olfato y gusto, inflamación de garganta y dolor de oídos

Esta nueva variante presenta una “alta capacidad de escape” tanto a los anticuerpos de la vacunación como a los de la infección

Profesionales sanitarios con una paciente
Profesionales sanitarios con una pacienteGrupo Sanitario Ribera

La séptima ola de COVID-19 provoca fiebre de más de 38ºC los dos o tres primeros días, además de pérdida de olfato y gusto, inflamación de garganta y dolor de oídos. El doctor Antonio Valdivia, jefe de Medicina Preventiva del grupo sanitario Ribera en el Hospital de Denia asegura que, en general, los síntomas son similares a los de muchos cuadros gripales, aunque “en las últimas semanas estamos volviendo a ver aproximadamente un 10% de pacientes que pierden el olfato y el gusto, con tendencia a presentar mayor inflamación de garganta y dolor de oídos”.

Por lo demás, añade, “el comportamiento del virus es similar a la sexta ola”. Coincide con él el jefe de Medicina Preventiva del Hospital Universitario del Vinalopó, el doctor José Antonio Delgado. “El cuadro clínico es similar a las variantes que han circulado anteriormente, pero con la diferencia de que han disminuido de forma considerable los casos graves de la enfermedad”, asegura.

Resistencia a los anticuerpos

Sobre las causas de esta séptima ola de COVID, que ya está haciendo notar en los hospitales y centros de Atención Primaria por el destacado aumento de casos, el doctor Valdivia asegura que “las nuevas variantes tienen una alta capacidad de escape, tanto a los anticuerpos generados con la vacunación como a los generados con las cepas no Omicron e incluso Omicron-1″. En base a los casos vistos, el especialista del grupo Ribera asegura que “actualmente cabe esperar que la mayoría de los casos estén causados por Omicron-2, con presencia creciente de cepas posteriores a ésta con aún mayor capacidad de escape”.

El doctor Delgado explica que los dos linajes predominantes en esta ola “presentan mutaciones que se relacionan con la evasión parcial a la inmunidad humoral, por lo tanto pueden pasar la enfermedad las personas que tienen una infección previa de COVID-19 así como aquellas que han sido vacunadas”, aunque, matiza “las vacunas continúan ofreciendo una protección sustancial contra las formas graves de la enfermedad”.

Ambos especialistas recomiendan que los ciudadanos reciban la pauta completa de vacunación. El doctor Delgado asegura que “la mayoría de los casos leves se auto diagnostican con test adquiridos en las oficinas de farmacia o mediante vínculo epidemiológico”. “Los cuadros más graves aparecen en pacientes no vacunados: tienen más fiebre, la duración de los síntomas agudos es más larga y, en general, tienen más riesgo de acabar en urgencias para una valoración presencial de los síntomas”, explica el doctor Valdivia.

“En el caso de la población general que ha recibido todas las vacunas, los casos son, en su mayoría leves, aunque se observa un incremento de ingresos sobre todo pacientes con la pauta incompleta, mayores o con patologías de alto riesgo, como trasplantados, personas que reciben quimioterapia o tratamientos inmunodepresores, fibrosis quística, síndrome de Down mayores de 40 años, que dificultan la respuesta efectiva a la vacunación”, añade.

Cuarta dosis

Los especialistas del grupo Ribera aseguran que investigadores y organizaciones sanitarias están de acuerdo ya en que será necesaria una cuarta dosis. “Falta únicamente determinar las fechas y el orden de prioridad para la administración pero, por la información que procede de otros países europeos, cabe esperar que el inicio de la campaña de vacunación poblacional de esta cuarta dosis se lleve a cabo en octubre o noviembre, coincidiendo con la campaña de vacunación antigripal” explican.

Recuerdan, además, que es importante administrar la tercera dosis en los casos en los que se hayan recibido dos y luego se haya sufrido la infección. En concreto, a partir de los cinco meses es cuando está indicado. Para el conjunto de la población adulta se recomienda administrar cuatro dosis de vacuna: tres dosis iniciales y una cuarta dosis de refuerzo aunque hayan pasado la infección, recomendando esperar 5 meses desde el inicio de la infección hasta que se administra esa cuarta dosis.

Sobre los consejos para intentar evitar el contagio de esta nueva cepa, que parece que se transmite tan fácilmente, no hay novedades: uso de mascarilla en el contacto con personas vulnerables y en interiores, mantener una higiene de manos frecuente y evitar aglomeraciones y eventos masificados. “A nivel institucional, hay que seguir informando a los ciudadanos para evitar el excesivo relajamiento”, concluyen.