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Gastronomía

Viajeros de los cinco continentes obtienen el diploma de «paelleros» en Valencia

Cientos de extranjeros se apuntan a los talleres que, en dos horas, les permite saber cómo se hace la paella valencianas

Un grupo de alumnos de Ricepaella tras terminar uno de los talleres La Razón

La popularidad de la paella valenciana no tiene fronteras como plato autóctono sabroso, saludable y suculento. Es el efecto de su larga trayectoria histórica que entronca con las costumbres de subsistencia de las familias labradoras y las celebraciones en la huerta y la Albufera desde siglos atrás.

Para el turismo internacional, que descubrió las playas de la Comunitat Valenciana hace décadas, pero Valencia ciudad mucho más recientemente, es obligado y necesario probar la paella y los arroces en la tierra en la que la cultura del arroz se vive apasionadamente.

Tanto es así que desde hace unos años se ofrecen talleres para quienes quieren vivir en primera fila el proceso teórico y práctico del cocinado de una paella, aprender los pasos para guisarla y degustarla acto seguido en un tiempo récord de dos horas y 70 euros por estómago satisfecho, IVA incluido y diploma acreditativo.

La iniciativa la lleva a cabo una marca bien conocida en los ambientes arroceros profesionales, la Ricepaella de los gemelos David Montero y su hermano José.

Los talleres se organizan por grupos, desde un mínimo de dos personas y máximo de ocho o diez, cuenta David. Muchos grupos se van formando espontáneamente entre turistas que no se conocen entre sí, tratándose de una experiencia muy personal para gente de muy diferentes procedencias.

«El 95 por ciento de las personas que se inscriben por internet en los talleres son turistas de USA, Australia, Europa , asiáticos…, por eso los cursillos se imparten regularmente en inglés. Y en cuanto a las edades, pues igual aparecen parejas como familias con niños o grupos de amigos que viajan juntos. Hay muchos guías turísticos de los que enseñan Valencia que conocen nuestra experiencia y la ofrecen. La gran mayoría son adultos, tanto hombres como mujeres».

En National Geographic

Los hermanos Montero son emprendedores natos. El éxito con la marca @Ricepaella la han conseguido con mucha perseverancia y esfuerzo, pero en un tiempo récord. Este año cumplirá cuatro años su casa de arroces para llevar junto a la plaza de La Merced y próxima al Mercado Central de Valencia.

Allí, en un espacio reducido guisan y ofrecen a diario diferentes arroces, algunos de su propia creación que la gente se lleva a casa en fiambreras o se come por los alrededores. Desde la paella valenciana al arroz al horno, o el de secreto y manzana caramelizada, el de coliflor y costillas o la fideuá, entre otros.

Hace unos meses, National Geografic les hizo un reportaje en el que entre ambos explicaban en fotos paso a paso el proceso del ritual de la paella.

David es un embajador internacional de la paella. Su pasión por la gastronomía local le ha hecho viajar por todo el mundo promoviendo el plato típico, entre otras creaciones y productos. Desde el respeto máximo a la tradición, puntualiza, no teme experimentar y crear platos tan creativos como el arroz de verduras con cerezas, el arroz con aguacate y sepia, la fideuá con agua de coco y bacalao o el arroz de pato con salsa teriyaki y raíz de loto.

Los hermanos Montero obtuvieron el premio a la mejor paella de la Comunitat Valenciana, en el 58 Concurso Internacional de Sueca en 1918.

Firmado por David, publicaron el libro, «Paella Lovers» en donde, como maestro arrocero, presenta un sinfín de recetas de arroces creativos que está siendo muy solicitado y que acaba de traducirse al inglés.

Su más reciente experiencia, además de viajar por medio mundo como divulgadores, ha sido lanzar su propia marca de arroz bajo el nombre, cómo no, de Ricepaella. Arroz cultivado en el Parque Natural de l’Albufera en las variedades J. Sendra y Albufera, con Denominación de Origen, Arròs de València.

Volviendo a los talleres, nos cuentan los hermanos que todo surgió hace cuatro años al querer maximizar sus instalaciones y energías una vez terminada la jornada de su arrocería. De ahí que la experiencia para aprender la técnica de la paella, degustarla, hacerse fotos y obtener el diploma, se celebra entre las 19 y las 21 horas, de martes a domingo todo el año, aunque es en primavera y verano la temporada alta.

Nos avisan de que se vienen novedades. Nuevas instalaciones para más de 100 personas y un proyecto de competición entre grupos.