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Coronavirus

En España han muerto 37.000 ancianos de más desde el inicio de la pandemia

Los últimos datos sobre el exceso de mortalidad habida en España entre el 13 de marzo y el 22 de mayo de 2020 revelan que la mortandad entre los mayores de 74 años fue mucho más alta de lo que se ha dicho

Muertos por COVID de más de 74 años
Muertos por COVID de más de 74 añosTeresa Gallardo

El sistema de monitorización diaria de la mortalidad (MOMO) del Instituto de Salud Carlos III, uno de los centros de investigación más prestigiosos del mundo, nos dice, a 6 de julio, que durante el pico de la pandemia de coronavirus, es decir, entre el 13 de marzo y el 22 de mayo de 2020, se produjo un exceso de fallecimientos sobre los estimados para esa época del año del 57,9 por ciento. O, lo que es lo mismo, murieron en España 44.285 personas más de las previstas. Entre los mayores de 74 años, la tasa de crecimiento fue del 67,6 por ciento, con 36.992 fallecimientos de más. El impacto por comunidades autónomas fue muy desigual, entre otras razones, porque la expansión de la infección también lo fue y hubo regiones donde se pudieron tomar medidas de protección con algo más de tiempo, por ejemplo, en Galicia, Cantabria o Asturias.

En Madrid y Cataluña, donde el número de contagios fue mayor y la epidemia comenzó a desarrollarse antes, desde mediados de febrero, la tragedia que se cebó en las residencias de ancianos han marcado la diferencia. En la comunidad madrileña, el exceso de mortalidad entre los mayores de 74 años fue del 186,5 por ciento; en el Principado, alcanzó el 120 por ciento. También Navarra padeció un incremento brutal de fallecimientos en esa franja de edad, con un 151 por ciento.

En el conjunto de España hay una anomalía estadística cuyas causas habrá que estudiar. Se trata de la comunidad de Castilla-La Mancha donde el aumento de la mortalidad estimada fue mayor en esas fechas entre las personas de 65 a 74 años que la de los mayores de 74 años. En concreto, murieron un 128 por ciento más los que tenían entre 65 y 74, mientras el incremento de muertes entre los que superaban esa edad está en el 103,5 por ciento. De cara a un posible rebrote general de la epidemia para el próximo otoño, es imperativa la adopción de medidas de seguridad para los mayores de 74 años. En junio, la mortalidad estimada ha vuelto a sus valores normales; incluso, es un poco menor.