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Cultura

Galdós siempre tiene sitio en el Café Gijón

Imanol Arias y Carmen Conesa escenifican las peripecias del novelista para entrar en la Academia

La ciudad de Galdós: La huella del escritor resiste en Las Palmas
El retrato que Joaquín Sorolla pintó de Benito Pérez GaldósÁngel Medina G.EFE

Hay una cosa que nunca se le podrá reparar al bueno de Benito Pérez Galdós: el Nobel. Perdió el tren y jamás pudo volver a la estación a por él. Lo curioso del caso es que el reconocimiento no llegó por cuestiones de mérito, sino por las campañas que, una y otra vez, se realizaron por grupos conservadores para que el autor no se hiciera con dicha gloria. Hasta en las puertas de las iglesias se pedía el boicot. Ahora, aprovechando el centenario de su muerte, Juan Carlos Pérez de la Fuente (director artístico del Año Galdós de la Comunidad de Madrid) se ha propuesto dramatizar parte de la vida de un hombre “que tuvo las mejores relaciones con las academias. No fueron las correctas”, reconoce el director.

Tampoco con la Real Academia Española, a la que llegó en 1889 con “un más que considerable retraso y cuando ya era un autor de prestigio”. Los veinte títulos que conforman las dos primeras series de “Episodios Nacionales”, una docena de novelas, obras teatrales, cuentos, relatos y multitud de colaboraciones en Prensa daban fe de esa nutrida carrera. Aun así, pasaron más de ocho años para que Galdós leyera su discurso de ingreso, “La sociedad presente como materia novelable”, el 7 de febrero de 1897. Se confirmaba así su ingreso en la docta casa a pesar de las controversias entre progresistas y conservadores.

Esas peripecias son las que recoge “De la Academia al café”, una experiencia singular que consiste en trasladar el discurso galdosiano en la RAE de la Academia al medio natural de dónde extraía la materia prima de sus novelas: las calles, las plazas, los teatros, las tabernas, los paseos o los cafés. La pieza oratoria que nació para ser leída por el propio autor, “palabra académica”, ahora será “palabra de actor”, de Imanol Arias y Carmen Conesa, concretamente. Una experiencia teatral firmada por Lola Blasco y dirigida por Pérez de la Fuente en la que, en palabras del director, “se extrae toda su esencia” y que se celebrará hoy a las 19:00 horas en un emblema del paisaje cultural de Madrid, el Café Gijón. Allí donde se decía que “era más importante tener una silla en el Gijón, que un sillón en la Real Academia Española”.