Hollywood dice adiós a los estrenos del verano
Los grandes estudios de cine como Disney, Universal o Sony asumen con resignación la cancelación de todas las películas que tenían previstas para la temporada estival
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Cuando estalló la crisis del coronavirus, el mundo del cine giró la cabeza para mirar con desconcierto a Estados Unidos. Como ocurre casi siempre que los cimientos económicos de una industria se tambalean. Como ocurre casi siempre que sucede cualquier cosa. Cancelación de entrevistas, estrenos que progresivamente se iban cancelando, anulaciones escalonadas de pases de prensa y finalmente un fatídico y taxativo cierre de las salas precipitaban una realidad con la que ni pequeñas distribuidoras ni grandes majors contaban. En mitad del seísmo sanitario y acogiéndose a las normas de seguridad indicadas por las autoridades, estudios como Universal, Disney o Sony iban retrasando las fechas de lanzamiento de películas como “Fast 9” (pospuesta hasta mayo de 2021), “Mulán” (a la espera de fecha fija) o “Morbius”.
A medida que las limitaciones del confinamiento y el nivel de gravedad de la situación se han ido haciendo más palpables, la intensidad de las medidas adoptadas por los estudios ha aumentado. A las miles de muertes ocasionadas por el COVID-19 cabe sumarle la debilitación financiera de una industria del entretenimiento que ya de por sí se encontraba en grave peligro por la amenaza de las plataformas digitales. Mientras las compañías empezaban a percatarse de la inviabilidad de los lanzamientos pendientes, las películas terminaron alojándose en otoño y algunas incluso en meses del año que viene.
Hollywood sigue luchando por ver qué pasará con aquellas películas que siguen moviéndose aún en el terreno resbaladizo de la inconcreción y entre tanto las pérdidas se estiman en unos 20.000 millones de dolares y aproximadamente dos millones de puestos destruidos. Pese a lo que pueda pensarse, la temporada de verano ha constituido a lo largo de la historia uno de los tramos de mayor rentabilidad para el negocio del cine. Cerca del 40% de los ingresos anuales (que pueden generar cifras de cuatro mil millones de dólares según Comscore) se producen entre los meses de mayo y agosto. Un período de tiempo en el que los estudios suelen presentar nuevas entregas en sus propiedades más grandes.
Este año la temporada estival presentaba un aspecto bastante prometedor con proyectos entre sus filas como “Black Widow” de la factoría Disney. Otras como “Wonder Woman 1984″ de Warner siguen decididas a continuar con su programación en agosto, a pesar de lo “prematuro” en palabras de algunos expertos que esto pueda resultar. “En estos tiempos oscuros y aterradores, espero un futuro más brillante por delante. Donde podemos volver a compartir el poder del cine. Espero que todos estén a salvo”, indicaba Gal Galdot, protagonista de la saga, a través de sus redes sociales. Aunque algunos se resisten a anunciar lo inevitable y todavía no han comunicado de forma oficial sus respectivas cancelaciones como es el caso de Christopher Nolan con su aventura de ciencia ficción “Tenet” o Paramount con "Top Gun: Maverick ", la probabilidad de que se mantengan en las fechas señaladas es prácticamente nula.
Mediante testimonios de expertos y analistas recogidos por Variety se puede advertir que de temporal la situación, tiene poco: “Cuando Sony canceló sus películas, se constató el final de cualquier esperanza que pudiera haber respecto a la temporada de películas en verano. Si mágicamente sale una vacuna en junio, tal vez ese no sea el caso, pero realmente no espero que eso suceda", afirma Jeff Bock, analista de relaciones con los expositores. Una mirada respaldada por Jim Orr, presidente de distribución nacional de Universal: “Hay muchas partes involucradas en todo lo que está pasando. No se trata solo de salir con una película y pensar que con eso hemos terminado. Cuando los títulos se mueven se pretende que esos cambios en el calendario sirvan para acomodar todo tipo de cosas. Desde retrasos en la producción hasta problemas en la financiación. Todavía estamos tratando de averiguar cómo será el panorama cinematográfico nacional. Pero es muy posible que todo cambie", señala. Solo el tiempo, la intervención estatal y la capacidad de adaptación de la maquinaria cinematográfica podrá dibujar las líneas de composición del paradigma completamente desconocido que se avecina. Eso y la supervivencia del amor por la gran pantalla, que sigue constituyéndose como el aliento más efectivo para el mantenimiento de la salud del séptimo arte.