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En cuarentena con Dani Martín: “Podemos dejar lo personal a un lado”

Mantenemos una charla personal con el artista, que ha publicado “Los Huesos”, segundo single del disco que está en cuarentena

Dani Martín: "En casa, selfi posturero haciendo que duermo"
Dani Martín: "En casa, selfi posturero haciendo que duermo"Dani Martín

Sabe que es un afortunado y también que su propia psicología a veces le juega malas pasadas. “Soy hipersensible a todo y muy irracional en mis pensamientos”, reconoce Dani Martín. Ayer fue uno de esos días de ansiedad en los que se le pasan muchas cosas por la cabeza. “Tengo un disco por salir, que tendría que estar publicado desde septiembre del año pasado y un montón de cosas por hacer esperando y eso te hace estar ansioso. El día que salió a la venta la gira llevaba un mes entero en mi casa pensando cómo iba a sobrevivir y sé que habrá personas a las que les parezca una gilipollez, pero tuve miedo al rechazo, a no gustar, a que la gente estuviera mirando para otro lado, a que la manera de ser feliz se termine. Siento el desastre antes de que haya sucedido. Vivo como en una continua guerra sin que haya guerra a mi lado”, dice el músico sobre una manera de ser que viene de serie pero que, con la emergencia sanitaria y el confinamiento, puede ponerse todavía más a flor de piel. “¿Sabes qué? Pienso que en el momento que vivimos, lo personal se puede dejar a un lado y se puede pensar en un montón de cosas realmente importantes”.

Acaba de publicar el segundo single de un disco que está por llegar, seguramente cuando amaine el temporal, y que se ha visto sacudido por multitud de imprevistos. Justo lo que menos conviene a alguien que se toma las cosas en serio como él. “Estuve dos años haciendo el disco, por medio mundo. He trabajado con músicos de todas partes y teníamos pensado un formato físico muy especial, lleno de detalles. Pero se tuvo que retrasar y han ido sucediendo cosas que han pospuesto la salida del álbum. Hay que entender que lo que no depende de uno tampoco te tiene que afectar y he tratado de verlo como algo terapéutico porque no me queda otra, joder. Me habría gustado salir en enero, febrero, marzo o en abril, pero bueno, hemos hecho un disco físico muy bonito y me da pena que la gente se lo pierda. Cuando tenga que salir saldrá. Pero la última noticia fue que no se podía hacer el videoclip con Juanes y eso hizo que me cagase en...”. La canción, “Los huesos”, y el vídeo (en formato casero) ya están en la calle.

El tema mira a Latinoamérica. Dani Martín ha hecho un esfuerzo por madurar, lo que equivale a quitarse máscaras, a escucharse a uno mismo mejor. “Yo quería hacer algo... salvando las distancias, que se pareciera a Mano Negra, Calle 13 y a Residente, que he estado escuchando mucho. Yo había tenido esa actitud de probar cosas, pero la perdí. Pensaba que podía coger la guitarra y creía que haciendo 14 canciones podía tener 11 para un disco. Y no me ha ido mal. Pero tú solo, pasando por los mismos acordes, aburres. Te das cuenta de que las canciones vienen a sonar un poco parecidas todas”, comenta sobre una fórmula en la que Martín trató de encontrar su camino tras el éxito de El Canto del Loco. “Con El Canto hacíamos eso: escuchábamos a Green Day, Los Nikis o a Bunbury. Y yo toda la vida he oído a Manzanita y a los Chichos.Por eso he grabado una rumba para este disco”. Las primeras barreras las ponemos nosotros mismos, y Dani martín ha derribado dos. La primera: “Me he mezclado con todo tipo de gente y me gusta lo que hacen. Yo rapeaba con 14 años. ¿Por qué no voy a tomar algo que me guste y hacerme un trajecito para disfrutar si mi vida ha sido siempre un collage?”. Pero hay otra barrera igual de importante: “Se acabó ya de intentar de hacer discos para gustar a los que no gusto. Voy a hacer las canciones que me nacen. Y no voy a decir que me gusta Dylan si el que me gusta es Coque Malla”.

Por eso, para jugar en el recreo que es la música, se unió a Juanes, a Camilo y a músicos como Tainy, Lee Levin y Guillermo Vadalá. “Está bien que hagas dos canciones tú solo. Te pueden salir muy bien. Pero yo he tirado de su naturalidad para hacer cosas mejores”, reconoce con humildad.

 

Hace algún tiempo, publicó un mensaje en redes sociales bastante confesional sobre su sensibilidad a la hora de encajar las críticas. “Es agotador vivir así -bromea-. Y ya no te digo con la hipocondria y la aprensividad. Tengo una competición con Leiva. Él dice que gana, que es peor que yo. Aunque yo pienso que él lo comparte más, pero yo lo llevo por dentro sin atreverme a decirlo. Lo mascullo y sufro y es una putada, pero también me he liberado”. De su experiencia en El Canto del Loco señala que “cuando has tenido un éxito como aquel, en España generas algo extraño. El exceso de popularidad va en detrimento de la credibilidad en este país”. Que se lo digan a Rosalía. “Totalmente de acuerdo. El otro día hizo un Skype con Évole y aparece ella y bufff... Tiene luz detrás. Pero una luz azul que te atrapa. Para mí es Madonna. Y como abuelo cebolleta piensas: ''que no tenga una terrizaje forzoso...'' ¡Pero es que igual no ha terminado de despegar!”.

Para pasar estos días, se aplica una receta de orden. “Estoy solo en casa y he tratado de hacer autocrítica. Escribo qué cosas paso por alto en mi día a día y no debería. Qué cosas puedo mejorar. Yo hago terapia y la sigo haciendo por Skype. También todos los días, hago una rutina de ejercicios de 45 minutos escuchando música, generando endorfinas. Luego, al ordenador, con la oficina y los emails. Después como, me echo la siesta y me obligo a escribir. Intento tocar todos los días y escuchar música.Y los viernes o los sábados, hago un Skype con amigos. Abrimos un vino y tratamos de no hablar de la situación sino de cómo nos sentimos”. Salud.